El año 2000 fue muy importante en la carrera deportiva de Sebas. Repitió noveno puesto a lomos de una TZM lo que le permitió conseguir el premio al mejor piloto privado de la categoría. Sus actuaciones no pasaban desapercibidas pero las motos oficiales escaseaban y sin un patrocinador que le apoyara era difícil encontrar un proyecto competitivo. La motivación de Porto se vio afectada por la imposibilidad de encontrar acomodo en un equipo puntero. El piloto rafaelino cambiaba nuevamente de equipo (Team Kurz) pero continuaba compitiendo en una vetusta TZM. Cerró el 2001 en duodécima posición y decidido a encontrar una moto que le permitiera dar un salto de calidad. Sebas apuró sus opciones hasta el último momento y aunque finalmente fichó por el Team Petronas, estuvo a punto de quedarse sin equipo. Correría con la misma moto que utilizaron Jacque y Nakano en 2000, cuando consiguieron el doblete. Aunque la moto tenía algunas virtudes, no había evolucionado y comenzaba a estar desfasada en comparación con la sofisticada NSR que condujo a Kato hacia el título y con las siempre competitivas RSW de Aprilia. Su compañero de equipo sería Shahrol Yuzy.
Mientras Melandri, Fonsi, Elías -oficiales de Aprilia- Rolfo y Alzamora -oficiales de Honda- trabajaban para poner a punto sus monturas, Porto veía resignado como los test de pretemporada se sucedían sin que pudiera rodar porque aún no había firmado con ningún equipo. Esto le hizo llegar muy justo a pretemporada y tuvo que sufrir en las primeras citas del año para poner a punto su nueva moto. En las cinco primeras pruebas sumó puntos en todas las carreras pero su mejor resultado fue un quinto puesto bajo la lluvia de Suzuka. La regularidad (finalizó las cinco pruebas en el TOP 10) le permitía estar en una buena posición en el campeonato pero debía dar un salto de calidad para estar con los mejores. Tras una caída en el Gran Premio de Cataluña la temporada de Sebas dio un giro muy positivo. Los test que realizaron tras la carrera le permitieron probar muchos reglajes y descubrir los secretos para poder sacarle jugo al magnífico chasis de la YZR. Al fin tenía una buena base en la puesta a punto, lo que simplificaría notablemente el trabajo en los entrenamientos. Aunque Sebas tenía que lidiar con la falta de potencia de su Yamaha (la diferencia en velocidad punta con las Aprilia era de 7-10 km/h) el buen funcionamiento de la parte ciclo y su valentía le permitieron comenzar a competir por el pódium. Cuando Jacque y Nakano arrasaron en el año 2000 lo hicieron apoyados en unas circunstancias especiales (Kato solo conocía los circuitos japoneses y Melandri, que acababa de dar el salto a 250, no se adaptaba a la RSW tras competir con Honda en 125) y en las virtudes del chasis de la YZR. La moto era tremendamente efectiva tanto en curvas rápidas como lentas -algo muy difícil de conseguir- porque el tren delantero daba mucha confianza a sus pilotos. Los circuitos rápidos perjudicaban a esta moto porque la falta de potencia se hacía notar, pero en cualquier caso sus pilotos podían defenderse. Cuando Porto se empezó a sentir a gusto sobre la Yamaha pudo demostrar su valía como piloto.
La primera muestra de este cambio se produjo en Assen. Finalizó cuarto y su vuelta rápida en carrera fue mejor que la del ganador (Melandri) pese a que su desventaja en velocidad punta era notable. En Donington Sebas dio el primer aviso serio a sus rivales. Fonsi y Melandri pugnaban por la segunda posición mientras Porto lideraba la carrera con poco más de un segundo de ventaja tras una gran salida. Sus rivales se vigilaban entre ellos porque confiaban en darle caza en cualquier momento pero las vueltas pasaban y la diferencia se mantenía estable. Sin embargo, una avería obligó a abandonar al piloto argentino a mitad de carrera cuando lideraba la misma y tenía una gran oportunidad para subir al pódium. En Sachsenring logró su primer pódium al finalizar tercero a dos segundos del vencedor. Dos trazados lentos (Donington y Sachsenring) le habían permitido mejorar sus resultados pero aún debía demostrar su capacidad en otras pistas en las que motor tuviera mayor importancia.
Tras el parón veraniego el circuito de Brno pondría a prueba la mejoría del binomio Porto-Yamaha. La agresividad con la que pilotaba durante los entrenamientos clasificatorios demostraba que estaba determinado a suplir la falta de motor de alguna manera. El segundo puesto en carrera fue el detonante para que equipos y patrocinadores se interesaran por él. La lluvia hizo acto de presencia en las dos siguientes citas y Sebas demostró su dominio en estas circunstancias. En Portugal finalizó tercero tras los dos candidatos al título y en Brasil consiguió su primera victoria en el Gran Premio más cercano a su país. Además lo hizo dominando la carrera de principio a fin, con más de 14 segundos de diferencia con el segundo clasificado y anotándose la vuelta rápida de carrera, todo ello en un trazado con una recta de más de 1 km. Los miembros de su equipo le indicaban desde el muro que redujera su ritmo pero la "sugerencia" no tuvo el efecto deseado. En Motegi y Sepang se defendió como pudo en las numerosas rectas y no logró pasar de la sexta y cuarta plaza respectivamente. Pese a este ligero bajón sus resultados dejaban en evidencia a su compañero de equipo. En Australia consiguió el último pódium de la temporada. Fonsi y Melandri peleaban por el mundial mientras Porto y Rolfo lo hacían por el tercer puesto. El argentino salía de Phillip Island con muchas opciones de finalizar el campeonato en cuarta posición, pero la cita de Valencia sería decisiva. Sin embargo su YZR le dejó tirada en Cheste cuando rodaba en cuarta posición y tenía controlado a Toni Elías con lo que descendió a la quinta plaza del campeonato.
Para sacar partido a su moto, Sebas tuvo que emplearse a fondo y sacar a la luz lo mejor de su pilotaje. Debía apurar mucho las frenadas para recuperar el terreno que perdía en las rectas. Al trazar las curvas hacía más metros que sus rivales por pura necesidad. Para llevar un paso por curva rápido necesitaba utilizar el ancho de la pista y hacer trazadas muy redondeadas, sin realizar correcciones ni parar mucho la moto dentro del viraje. Como la YZR andaba justa de motor, Porto no se podía permitir el levantar muy rápido la moto a la salida de los virajes, sino que debía abrir gas con la moto muy inclinada y apurar hasta el piano. Pese a que pilotando de esta manera corría muchos riesgos sufrió pocas caídas y dejó bien claro que era un piloto completo y que no necesitaba una "liebre" para rodar rápido.
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