La temporada 2004 comenzó en Welkom y tanto Porto como De Puniet demostraron en los entrenamientos que estaban preparados para luchar por el triunfo, especialmente el argentino que rodó con mayor regularidad que su compañero de marca. Sebas lideraba la carrera cuando, antes de finalizar la primera vuelta, sufrió una salida de pista con la que perdió mucho tiempo y bajó hasta la última posición. Una vez que volvió a pista encadenó numerosas vueltas rápidas mientras superaba pilotos a un ritmo endiablado. Sin embargo De Puniet y Pedrosa habían tomado mucha ventaja y Porto se tuvo que contentar con la tercera plaza. En su espectacular remontada castigó enormemente los neumáticos pero esto no le impidió seguir rodando más rápido que sus rivales haciendo gala de una agresividad inusitada. Este resultado fue un jarro de agua fría para él. Perder 9 puntos con 400 más en juego no era ningún desastre, el problema estaba en que había perdido una carrera que, sin su error, hubiera ganado con mucho margen. Además Pedrosa se estrenaba en 250 con victoria tras su delicada lesión lo que le daría un plus de confianza muy importante.

Un séptimo puesto bajo la lluvia de Jerez y un abandono en Le Mans provocaban cierta ansiedad en Porto, que veía como siendo el piloto más rápido de la categoría (junto a Dani) no era capaz de conseguir los resultados que esperaba. En Mugello logró el primer triunfo de la temporada tras imponer un ritmo muy fuerte que le permitió destacarse de sus rivales. Pero el cuarto puesto de Montmeló le hacía perder nuevamente puntos con respecto a Pedrosa y De Puniet. En Assen consiguió una gran victoria cimentada en su habilidad para sacar partida a su Aprilia en los virajes rápidos y en la inteligencia con la que disputó la carrera. Dani (que por ritmo era su rival más peligroso) se quedó clavado en la salida y tardó bastantes vueltas en llegar hasta el grupo de cabeza. Mientras tanto Sebas comandaba un grupo en el que estaban Elías y De Puniet, pero se limitaba rodar en cabeza conservando los neumáticos. Cuando le marcaron en la pizarra que Pedrosa estaba llegando forzó el ritmo y no dio ninguna opción al piloto español. Tras esta alegría, una caída en el Gran Premio de Brasil volvió a alejarle de sus rivales en el campeonato.

Sebas estaba pagando su inexperiencia al luchar por un campeonato del mundo y sus adversarios (Pedrosa y De Puniet) habían aprovechado para tomar ventaja pese a que nivel era muy parejo. Porto se propuso cambiar esta dinámica y de ahí en adelante su regularidad fue intachable. Encadenó dos segundos puestos en Sachsenring y Donington que le sirvieron para recortarle puntos a Randy. Sin embargo, Pedrosa venció en ambas pruebas aprovechando las virtudes de su Honda. El parón veraniego ayudó al piloto argentino a recuperar fuerzas y llegar a Brno dispuesto a vender más cara su piel en la segunda parte del campeonato. La demostración de este cambio llegó en forma de victoria en una carrera marcada por un ligero chubasco. Pedrosa lideraba la carrera con un segundo de ventaja cuando comenzó a llover. Los pilotos levantaron la mano para que la Dirección de Carrera interrumpiera la misma pero la bandera roja no aparecía y Sebas decidió jugársela. Forzó el ritmo en unas condiciones de pista muy delicadas y abrió un hueco que le permitió lograr su tercera victoria de la temporada. En Estoril finalizó segundo tras mantener una pelea con Elías. El cuarto puesto de Motegi fue un resultado positivo dado que las Honda se mostraron intratables en el trazado en el que fueron desarrolladas.

El final de temporada fue muy positivo pese a que sus opciones al título eran muy reducidas. En el estreno del circuito de Qatar, Porto se impuso con autoridad tras dominar los entrenamientos y la carrera. En Sepang finalizó segundo tras Pedrosa, quién dejaba el mundial prácticamente sentenciado. Phillip Island fue el escenario de la coronación de Pedrosa y de la quinta victoria de Sebas. El piloto argentino supo sacarle todo el partido a Aprilia y rodó a un ritmo de infarto que le permitió lograr diferencias abultadas con sus rivales. Cheste supuso el cierre de la temporada y Porto trató de derrotar a su rival delante de sus aficionados. Aunque lideró buena parte de la carrera, no pudo frenar a Dani cuando este le superó.

El único punto en el que Sebas encontró dificultades al pilotar su Aprilia fueron las frenadas, cimentados en la inferioridad de la RSW en este aspecto y en algunos problemas de puesta a punto. Su paso por curva era muy rápido y abría gas a la perfección teniendo en cuenta la mayor brusquedad de su moto. Sin embargo, sus ocasionales problemas en las frenadas le hacían cometer errores y ser más vulnerable en el cuerpo a cuerpo. Uno de los puntos que más llamaba la atención de su pilotaje era su tendencia a anticipar la entrada del viraje en lugar de retrasarla. Pero esto no era un defecto en él ya que era capaz de llevar una velocidad de paso por curva elevada a pesar de esta peculiaridad. Al abrir gas solía levantar la moto con rapidez, en una maniobra similar a la que domina Pedrosa, pero con mayor suavidad ya que la Aprilia exigía mayor precaución.

Sebas había firmado su mejor temporada en el mundial, que se saldó con el subcampeonato del mundo y una segunda mitad de temporada formidable. Pedrosa y él fueron los responsables de que en 250 se volviera a rodar rápido y lograron batir varios records que aún estaban en poder de Kato y Rossi. Aunque tenía ofertas para subir a MotoGP pero prefirió quedarse en el cuarto de litro e intentar el asalto al título. Para ello competiría nuevamente en el equipo Aspar y partiría, por méritos propios, como el piloto de referencia de Aprilia. Pero la temporada 2005 tendría numerosos alicientes. Pedrosa defendería título y varios pilotos jóvenes (Barberá, Dovizioso, Lorenzo y Stoner) subirían a 250 con motos oficiales. Además De Puniet sería su nuevo compañero de equipo sustituyendo a Fonsi Nieto.



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