Tras dos careras bastante pobres, Barberá logró su segunda victoria del año igualando con Bautista y acercándose a Simoncelli en la general. El ritmo de la prueba fue lento y esto ayudó a que el piloto valenciano no sufriera uno de sus clásicos bajones. De hecho, esta fue una de las carreras en las que Barberá se mostró más sólido. Supo sobreponerse a los adelantamientos de Simoncelli, Pasini y Aoyama al principio de la prueba. Después fue capaz de recortar la diferencia con los dos italianos y aguantó a rueda de Marco impidiendo su intento de escapada. No se metió en guerras absurdas con dos pilotos que son muy agresivos y que encima corrían en casa. Tras unas pocas vueltas, Héctor optó por utilizar la misma estrategia que en Jerez: mantenerse al final del grupo esperando el final de carrera. Un guión de carrera que Sito Pons bordaba y que ha tratado de inculcarle a su piloto. Esta estrategia conservadora le permitió conservar mejor los neumáticos y no desvanecerse en los últimos giros. La caída de Simoncelli seguramente fue un regalo del cielo para él porque automáticamente sus opciones al triunfo crecieron sobremanera. En las últimas vueltas pasó al ataque y realizó una maniobra peligrosa en las rápidas (similar a la del año pasado, cuando Pasini se fue al suelo). Más allá de este lance, se mostró lúcido en su pelea con Mattia y no sacó a la luz sus fisuras. Hizo varios adelantamientos al final de la segunda recta en los que llegaba colado, pero tal vez estaba jugando al engaño para que Mattia se confiara porque en la última vuelta no repitió el error. De hecho estuvo muy hábil al realizar el adelantamiento definitivo ya que inició la frenada al mismo tiempo que Pasini, pero soltó ligeramente el freno para ganar la posición y la logró mantener acelerando. Pero donde mejor lo hizo Héctor fue en la frenada decisiva: la del ángulo tras las tres rápidas de derechas. Cerró claramente el hueco para que a Mattia no se le ocurriera meter la rueda. Pese a cambiar drásticamente la línea de entrada en curva, supo parar la moto dentro de la curva y abrir gas levantando rápido la moto y sin perder tiempo. Pasini intentó llevar una trazada más abierta que le diera ventaja en aceleración, pero la maestría con la que Barberá se defendió en ese punto le hizo esperar al último viraje. El único desliz que cometió durante la prueba fue que comenzó a cerrar los huecos en la penúltima vuelta, y esto le permitió a su rival ensayar la distancia a la que debía estar para ganar la carrera saliendo segundo del último viraje. Héctor puede tener esta carrera como ejemplo a seguir para acabar con buen pie su andadura en el cuarto de litro. Estuvo sólido en su pilotaje y en su estrategia y logró una buena puesta a punto que le permitió ser rápido y no sufrir sus habituales balanceos en las frenadas.


La carrera de Misano es la más importante del año para Pasini, de ahí que siempre rinda a un gran nivel. Como era de esperar, su motivación estuvo al máximo, fue rápido desde los entrenamientos y en carrera hizo todo lo posible para llevarse la victoria. Su mayor hándicap fue el rendimiento de su motor, que estuvo por debajo de los de Barberá y Simoncelli. Por esto se vio obligado a atacar a Héctor en un cambio de dirección (en la última vuelta), ya que le costaba llegar a la distancia idónea a las frenadas. En cualquier caso preparó bien sus maniobras de adelantamiento (en la frenada del ángulo y saliendo a meta) y estuvo a punto de llevarse la victoria. Aunque se mostró muy fuerte en las frenadas, en las últimas tres vueltas no logró atacar y defenderse con tanto éxito como en lo giros anteriores. Tal vez forzó demasiado el neumático delantero a lo largo de la prueba y no pudo sacar un plus a la hora de la verdad. Al igual que sucede con Barberá, Mattia debe seguir la línea marcada en esta carrera para despuntar en los últimos grandes premios. Sin embargo será difícil que las condiciones meteorológicas sean tan favorables y estables como en Misano. Y cuando Pasini no puede aprovechar todas las sesiones de entrenamientos suele tener más problemas para poner la moto a punto que sus rivales.

Bautista se encontraba en una situación difícil partiendo desde el octavo puesto pero supo capear el temporal bastante bien. Borsoi, Aspar e incluso Luca Boscoscuro del Metis Gilera comentaban antes de la carrera que a Álvaro le hacía falta ser más agresivo. Con toda la tensión de la lucha por el título, la tensión el box por la "traición" a Aspar, estos comentarios solo han servido para añadir más leña al fuego, y Bautista parece no haber digerido del todo bien estas palabras. En sus declaraciones a lo largo del fin de semana aseguraba que iba a luchar y que lo iba a dar todo, pero parecía que lo hacía para auto convencerse. Álvaro se está esforzando mucho en las últimas carreras, sin embargo no gana desde Montmeló y le cuesta ser tan rápido como sus rivales. No las tiene todas consigo, no está centrado y no consigue una actitud positiva, de ahí que sufra para poner la moto a punto cuando a principios de año esto no representaba un problema. En carrera asumió riesgos, retrasó las frenadas para impedir los adelantamientos de Aoyama y se la jugó cuando los neumáticos se desgastaron. Al final salvó el tercer puesto in extremis gracias a que cerró bastante el hueco en la última curva y esto perjudicó a Aoyama en la trazada a la salida del viraje y, por tanto, en el momento de abrir gas. La clave del campeonato va a estar en cómo gestione la presión en las próximas citas. En condiciones normales, Bautista sería el máximo favorito a la victoria en Estoril, pero actualmente pilota agarrotado y no está demostrando su potencial. En Estoril, Phillip Island y Sepang tiene una magnífica oportunidad para recortar la diferencia y llegar a Valencia como líder del campeonato. Ha ganado los tres últimos años en el trazado portugués dando verdaderas muestras de superioridad (en 2006 estrenó la RSA 125 y ganó con más de 10 segundos de venta. En 2007 remontó tras una pésima salida, firmó el record de la pista y se escapó de Dovizioso y Lorenzo. El año pasado dejó atrás a Simoncelli con un asfalto en condiciones delicadas). Phillip Island es el trazado que mejor se adapta a las Aprilia, tanto por motor (muchas zonas de 4ª, 5ª y 6ª velocidad y la necesidad de utilizar una relación de marchas largas) como por chasis (virajes muy rápidos donde la Honda no se comporta tan bien y no permite una conducción tan agresiva). En Sepang la Honda se puede defender perfectamente en la zona revirada, pero las dos rectas de casi 1 km. serán un gran escollo para Hiroshi. Álvaro tiene un mes para lograr un cambio a nivel mental y recuperar su mejor nivel en la pista.


Las circunstancias favorecían a Aoyama tras los entrenamientos. Partía desde la pole en un circuito propicio para su Honda y su moto era tan rápida en las rectas como las RSA gracias a una buena aceleración y a que en Misano se emplea una relación de marchas corta, que favorece a su RSW. Pero su rendimiento durante la carrera fue inferior al de los entrenamientos y esto dio vida a Bautista. Hiroshi aguantó con los líderes en los primeros giros, pero cometió un error en una de las rápidas y se salió ligeramente de la pista, perdiendo la estela de los líderes y permitiendo a Álvaro que se colocara a su rueda. Una vez que empezó la pelea con el talaverano, Aoyama no conseguía adelantarle con la facilidad que se podría esperar en un circuito de las características de Misano. Hiroshi tuvo problemas en las frenadas, le costaba parar la moto y se coló en varias ocasiones. Además, adelantó a Bautista en la última curva varias veces (tal y como hizo en la última vuelta) y, por tanto, el piloto español tenía en mente esta posibilidad y supo contrarrestarla. Aoyama continúa haciendo un gran papel, le está haciendo sudar sangre a su rival para recortarle unos pocos puntos y está defendiéndose bien de "el aliado" Di Meglio. Pero el campeonato se va a definir en las próximas tres citas, e Hiroshi no las va a tener todas consigo. Durante el mes de parón el Team Scott deberá buscar potencia en la Honda, que probablemente esté al límite en cuanto a desarrollo. Y no sólo se trata de prestaciones, la fiabilidad será crucial ya que un error a estas alturas puede ser decisivo.


Un nuevo error de Simoncelli y sus opciones al campeonato se han esfumado casi por completo. Depende de los errores de sus rivales y de encadenar victorias, pero viendo la regularidad de Aoyama y Bautista lo tiene casi imposible. Para Marco la temporada tiene que ser complicada. Tras la inoportuna lesión del principio ha demostrado ser tan fuerte, o más, que sus rivales, pero ha cometido demasiados errores. En Misano los problemas vinieron por un fallo con el control de tracción. Lo desconectó, pero de ahí en adelante no pudo pilotar como en las primeras vueltas. De hecho, cuando él lideraba antes del problema, Pasini tenía bastantes problemas para seguirle. Pero tras el tema del control de tracción, pasó a salir más lento de algunos virajes, especialmente del último ángulo, donde recorría más metros y se mostraba más prudente con el gas. Simoncelli intentó recuperar el liderato para sentirse más cómodo al pilotar ya que al rodar a rueda de Pasini, intentaba abrir gas en el mismo punto que él para no perder metros, pero la moto protestaba. Mattia se mostró muy fuerte en las frenadas y Marco no consiguió recuperar el mando. Varias vueltas antes de la caída tuvo un susto en la misma curva en la que poco después finalizaría su carrera, y no fue el único ya que estuvo cerca de salir por orejas en una ocasión. De ahora en adelante, probablemente su papel sea el de juez del campeonato, junto a Pasini, Barberá y Di Meglio. Si suma más victorias el reparto de puntos será menor entre los dos favoritos, con lo que las diferencias se seguirán reduciendo o ampliando poco a poco.



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