La pretemporada demostró los problemas de Hayden con el nuevo prototipo y despertó comentarios negativos. Buena parte de la prensa comenzó a cuestionarse si realmente merecía llevar el número uno en la moto y muchos pronosticaron una temporada decepcionante. El test IRTA de Jerez fue un jarro de agua fría. Rossi y Pedrosa pusieron en evidencia a sus rivales marcando unos cronos espectaculares. Los resultados apoyaban al binomio Pedrosa-Puig. Hayden debía dar un golpe de efecto pero necesitaba tiempo para aclimatarse a su montura. Sus indicaciones en el desarrollo no fueron acertadas y al mal comportamiento de la RCV se sumaba la frustración provocada por pilotar una moto en la que no cabía. Los problemas se acumulaban y, con el inicio del mundial a la vista, el margen de reacción era ínfimo.
La cita inaugural confirmó sus dificultades. Finalizó octavo a 15 segundos de Dani. En Jerez Michelin se mostró superior a Bridgestone pero no pudo pasar de la quinta plaza y Elías terminó delante suyo con una Honda satélite y neumáticos japoneses. Las siguientes carreras dieron la razón a los periodistas más pesimistas. Sus actuaciones fueron lamentables. Siempre finalizó por detrás de Dani y la distancia entre ambos superaba habitualmente los veinte segundos. Abandonó en Le Mans y no fue capaz de terminar en el pódium en el primer tercio de la temporada. Las comparaciones con la temporada en la que Roberts Jr. defendió el título se sucedieron. Además Honda comenzó a prestar atención a las peticiones de Pedrosa y le dejó de lado en la evolución de la moto. En Donington demostró que había mejorado su pilotaje sobre asfalto mojado. Por primera vez en la temporada rodó en los primeros puestos pero terminó por los suelos. Pese al abandono su moral se vio reforzada y las mejoras solicitadas por Dani empezaron a surgir efecto con lo que sus resultados mejoraron. En Assen finalizó tercero por delante de su compañero y logrando el primer pódium del año. El nuevo carenado más cercano a sus medidas también ayudó a mejorar. Repitió tercer puesto en Sachsenring y parecía que el campeón despertaba en vísperas del Gran Premio de Estados Unidos. Pero el fin de semana de Laguna Seca fue horroroso. Tenía esperanzas en continuar con la racha, pero en entrenamientos se vio que no iba a ser nada fácil. Las gomas de Michelin no funcionaban y seguir el ritmo de sus rivales era imposible. En la primera curva tuvo un toque que le dejó en los últimos puestos y finalmente se vio obligado a abandonar. La carrera en la que debería haber tenido más opciones con las nuevas 800 fue un desastre y así era difícil mantener la motivación. Se fue de vacaciones con mal sabor de boca y con deberes pendientes en cuanto a su pilotaje.
El parón veraniego le sirvió para cargar las pilas y tomar conciencia de en qué puntos debía mejorar. Además quería conseguir buenos resultados para cerrar la boca a todos los que le criticaron. En Brno finalizó tercero por delante de Pedrosa y siendo el primer piloto Michelin clasificado. De ahí en adelante el cuarto puesto de Estoril fue lo único destacable y sus críticos pudieron cebarse con él porque los resultados de la temporada eran realmente pobres. Más aún comparando con el final de año, claramente ascendente, que cuajó Pedrosa y que le valió para conseguir el subcampeonato. En su defensa del título finalizó octavo a más de 200 puntos de Stoner y con tres podios, todos en el tercer lugar. El mayor fracaso fue no conseguir ninguna victoria pero su situación en Honda también era descorazonadora. Con la llegada de Masumi Hamane a la presidencia de HRC Dani tuvo el apoyo de la fábrica a su favor. Hayden competía en el equipo oficial, recibía las piezas al mismo tiempo (o casi) que su compañero y su sueldo lo pagaba Honda, pero estas eran las únicas distinciones con el resto de pilotos de la firma del ala dorada. Su opinión ya no contaría en el desarrollo y Repsol no tenía ningún interés en favorecerle aunque les permitiera acceder al mercado americano. Lo único que le quedaba a Hayden eran sus mecánicos e ingenieros con lo que el panorama para 2008 era poco alentador.
En las semanas siguientes comenzó un cruce de declaraciones entre Nicky y Puig. Hayden criticó su labor dentro de Honda y la falta de colaboración con Dani. Alberto le echó en cara su falta de resultados y cuestionó su valía como piloto. Esta disputa demostraba lo caldeado que estaba el ambiente y fue el primer enfrentamiento serio en el que salía a relucir la mala relación que tenían Hayden, Pedrosa y su manager. Pero en pretemporada sucedió algo que cambió radicalmente la situación. Dani se lesionó en los test de Sepang y no volvería a subirse a la moto hasta febrero en el mejor de los casos. Esto dejaba a Hayden como encargado de desarrollar la moto y dar indicaciones a Honda. Tenía la posibilidad de ajustar la moto a su gusto y resarcirse por su trabajo en 2007, pero también había desventajas. Si la evolución del prototipo no era bueno quedaría expuesto a las críticas. Su compañero no tardó en mostrar sus dudas en cuanto a la labor que Nicky podría llevar a cabo. La lesión de Dani se alargó algo más de lo esperado y sería en la primera cita del mundial donde se podría juzgar el trabajo de Hayden.
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