Mucho se ha hablado de la rivalidad entre Dani y Jorge, de la mala relación entre sus managers. Sin embargo poco se ha hablado del estilo de pilotaje de ambos sin recurrir a tópicos. En este artículo se analizara su conducción y se intentara derribar esos tópicos.
Jorge Lorenzo, el gladiador


Siempre se habla de Lorenzo como un piloto muy agresivo e impulsivo pero esto no se corresponde del todo con la realidad. El pilotaje del mallorquín, tremendamente efectivo, tiene su origen en el intensivo entrenamiento realizado con su padre desde temprana edad. Ambos trabajaron juntos para hacer de Jorge un piloto ganador y se puede decir que lo han logrado.
Uno de los aspectos en el que más destaca es en la entrada en curva y el paso por curva, ya que aúna velocidad y precisión, además la entrada en curva influye en la línea y velocidad de salida . Éste siempre ha sido uno de los aspectos básicos de su pilotaje pero con el paso de los años ha mejorado las frenadas y ha logrado cuadrar mejor las curvas (lograr que su veloz paso por curva no perjudicase la frenada o el momento de abrir gas con fuerza debido a un excesivo tiempo inclinado) aunque en ocasiones aun comete errores en este sentido. Por otro lado uno de los entrenamientos en el que más trabajaron los Lorenzo fue el cálculo de la distancia de la curva, ya que Jorge a veces cometía el error de dar gas a golpes por no percibir bien las fases del viraje.

Uno de los puntos diferenciadores de su conducción es que realiza el paso por curva con el gas abierto de manera constante durante la inclinación , dando fluidez a su pilotaje y permitiendo llegar al neumático en mejores condiciones a final de carrera. Esto se debe a que es menos brusco al abrir con fuerza el gas ya que la velocidad que lleva cuando aumenta progresivamente la apertura es mayor que la de los otros pilotos. Pero este es el punto débil del pilotaje de Giorgio. Su estilo fluido impide realizar una aceleración muy fuerte a la salida del viraje, aunque mejoró en este aspecto tras su paso por el rancho de Roberts Sr. Siempre le costó pilotar si el neumático deslizaba con la moto muy inclinada. Además suele encontrar problemas en los circuitos con zonas lentas (Sachsenring, Valencia) porque mantiene vicios de su particular estilo y trata de realizar un paso por curva rápido en lugar de frenar hasta dentro y acelerar lo antes posible. Pese a todo es un aspecto en el que ha mejorado aunque en situaciones de presión reincide en este error.

En cuanto a la trazada gusta de retardar la entrada en curva intentando ceñirse al interior del viraje lo más tarde posible, pero sin anticipar las frenadas. Es difícil ver a Lorenzo cerrar mucho la entrada en curva. Su estilo conjuga un inicio de curva muy veloz pero buscando una línea que de prioridad a la salida, aunque no es habitual verle levantar la moto espectacularmente ya que a la hora de acelerar aumenta la apertura del gas a la vez que reduce la inclinación de su montura, buscando la suavidad. Esto da como resultado una trazada más redonda, recorriendo más metros pero a mayor velocidad. En cuanto a los cambios de dirección acostumbra a forzar la moto, no es un piloto que destaque por saber aprovechar inercias para realizar esta maniobra, aunque esto no le resta efectividad. Se puede ver como fuerza mucho con los brazos tratando de mantener una alta velocidad mientras cambia la dirección de la moto. Analizando su estilo se puede llegar a ver que circuitos son los más propicios para el piloto de Yamaha. Son circuitos con curvas rápidas que exijan llevar hasta mitad de curva una velocidad muy rápida pero sin abrirse de trazada. Los que más se adaptan a estas características son circuitos como Qatar, Brno, Phillip Island, y en menor medida Assen y Montmeló. Es curioso y contradictorio que un piloto supuestamente muy agresivo destaque por la fluidez y suavidad en su pilotaje. Y es que el cuerpo a cuerpo es una situación puntual de las carreras, que en ningún caso sirve para valorar de manera global el tipo de conducción. El es un piloto muy dotado en la lucha entre pilotos, pero cuando más rápido rueda es con la pista libre ya que al tener rivales delante no puede realizar un paso por curva tan veloz.


Adentrándonos en el aspecto psicológico vemos ciertos claroscuros al combinar puntos positivos y negativos. Entre los positivos destaca su determinación y confianza en sí mismo. Cuando se marca un objetivo su motivación y voluntad por cumplirlo son envidiables. Además con los años se ha vuelto más positivo y su fuerza mental ha aumentado ayudado por libros de otros deportistas, películas y, por supuesto, los buenos resultados cosechados. Por si esto fuera poco él se exige más que nadie, de hecho su entorno es quien tiene que frenar su ímpetu porque en muy pocas ocasiones se conforma con un resultado que no sea la victoria. Y es que en este sentido tiene todos los requisitos indispensables en un campeón. Sin embargo a lo largo de su carrera ha dejado ver algunos lunares que le han retardado en su escalada hacia el éxito. Siempre se ha hablado de él como un piloto impulsivo, pero hasta que no ha encontrado la calma necesaria no ha logrado ser un piloto regular. Era habitual verle en apuros cuando le superaban varios pilotos en poco tiempo. Se bloqueaba mentalmente, la tensión le agarrotaba y le volvía impreciso y fruto de la precipitación por querer remontar cometía errores. Sólo cuando desde su equipo comenzaron a trazar un guión para las carreras que limitase sus problemas a principio de carrera y le permitiese aprovechar su gran final de carrera Jorge encontró el remedio a su impaciencia y puso rumbo directo al título. En este sentido la ayuda de Alex Debón ha resultado decisiva. El Lorenzo impulsivo se llevaba por delante a otros pilotos, el Lorenzo actual sabe medirse y no tirar una carrera de veinte vueltas en una sola. Aún mantiene alguno de estos defectos pero al ganar en seguridad ha conseguido tranquilidad lo que sumado a la experiencia adquirida ha hecho del balear un piloto mucho más completo

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