Kawasaki anunció su vuelta al mundial el año 2002. Sin embargo decidieron esperar para poner su moto en pista y realizaron el desarrollo en el Campeonato japonés de Superbike. Sus resultados no contabilizaban en la clasificación porque al tratarse de un prototipo no se ajustaba al reglamento técnico. Consiguieron varias victorias pese a que el propulsor, en sus inicios, solo tenía 900cc. El debut en MotoGP se produjo en la cita de Motegi y Akira Yanagawa fue el encargado de estrenar la Ninja. Pero padecieron problemas de juventud y no completaron la carrera. La primera versión contaba con una aerodinámica peculiar y el rendimiento del motor era su principal problema. La entrega de potencia era muy brusca lo que comprometía el rendimiento de los neumáticos. En las últimas citas del campeonato Andrew Pitt fue el piloto titular pero tan solo consiguió puntuar en Valencia pese a finalizar todas las carreras.
La temporada 2003 fue la primera que completaron las ZXRR. La marca de Akashi no tenía un patrocinador principal ya que mantener su clásico color verde era una prioridad para la marca. La fábrica dejó claro que la ausencia de un patrocinador potente no sería ningún obstáculo ya que su presupuesto era "ilimitado" y que harían lo necesario para conseguir resultados. La estructura del equipo era básicamente la misma que la del mundial de SBK y no fue capaz de desarrollar un prototipo competitivo. Sus pilotos fueron Gary Mccoy, Pitt y ocasionalmente Yanagawa y tuvieron que sufrir durante toda la temporada el pobre nivel de los Dunlop y la falta de prestaciones de su montura. El motor seguía sin funcionar correctamente y el chasis no acompañaba. Para ver a los pilotos de Kawa era necesario mirar al fondo del pelotón ya que sus actuaciones fueron deshonrosas y en numerosas ocasiones fueron doblados. Lo único destacable era el sonido del motor y las numerosas derrapadas con las que Mccoy deleitaba a los aficionados. El mejor resultado fue un noveno puesto conseguido por Gary en Le Mans. Las intenciones de los hombres de verde en su primer año no eran muy ambiciosas pero su rendimiento estaba muy por debajo de lo que cualquier fan de la marca podría esperar. La comparación con Ducati, que también debutaba en 2003, no hacía sino acrecentar esta impresión.
Para 2004 Kawasaki decidió hacer cambios en su programa de competición. Encargó el diseño del chasis a una empresa privada y contrató a Ichiro Yoda como ingeniero jefe del proyecto. Yoda había sido relegado de su puesto en Yamaha (con la llegada de Rossi, Furusawa pasó a ser el encargado de la evolución de la M1) y fue el responsable del pobre rendimiento de Yamaha en 2003. El fichaje de Nakano y Hoffman contribuyó a la posterior mejora de las Ninja (Nakano había trabajado junto a Yoda en el desarrollo de las TZM 250 que ganaron el título el año 2000). El paso a Bridgestone también fue decisivo para superar los resultados de 2003. El nivel continuaba siendo inferior al de sus competidoras pero la distancia comenzó a reducirse. Se situaron en varias ocasiones en el Top 10 e incluso Nakano fue capaz de conseguir un tercer puesto en Motegi. Aunque la mejora fue evidente el chasis estaba por pulir y el motor de cuatro cilindros en línea no ofrecía la potencia suficiente y la entrega de potencia, pese a que era más dócil, seguía sin cumplir con las exigencias de los pilotos.
2005 fue la mejor temporada de la marca de Akashi. El motor no era muy potente pero la entrega de potencia se ajustó correctamente. Para ello Kawasaki apostó por un motor de configuración big-bang que mejoró la tracción y el comportamiento en conjunto. El nuevo modelo presentó una aerodinámica más estilizada y el chasis funcionó especialmente bien. La moto destacaba por su agilidad y su precisión en los cambios de dirección. Los pilotos podían llevar la moto por el sitio y el comportamiento neutro de su montura facilitaba la puesta punto y permitía mantener un buen ritmo de carrera. El buen rendimiento de Bridgestone fue el impulso definitivo para el proyecto de Kawasaki. Nakano finalizó regularmente entre los ocho primeros pero Hoffman estuvo por debajo de lo esperado. Olivier Jacque consiguió el único cajón en China cuando terminó segundo en una carrera marcada por la lluvia. Shinya consiguió el décimo puesto en la clasificación general y los patrocinadores comenzaron a interesarse por el equipo. Sin embargo Hoffman no estuvo a la altura y fue sustituido por Randy de Puniet.
El año 2006 prometía ser fructífero para la marca pero no consiguieron un aumento de las prestaciones y los resultados escasearon. Aunque el comportamiento del chasis seguía siendo bueno, el motor apenas sufrió cambios y las motos verdes padecieron por falta de potencia. Exceptuando el segundo puesto de Nakano en Assen los resultados fueron bastante pobres especialmente en el caso de De Puniet que acumuló un gran número de caídas. La etapa de 990 no fue brillante pero Kawa preparó con tiempo el cambio a 800 y por eso su última versión estuvo por debajo de la del año anterior.
Kawasaki presentó una moto de 800 bastante competitiva. El motor funcionaba bien, de hecho estaba por encima de Honda y Yamaha en las primeras carreras. El chasis continuaba a un buen nivel, pero con el cambio de cilindrada el resto de fabricantes mejoraron la parte ciclo. Nakano se marchó a Honda con una moto satélite y Kawa continuó con De Puniet y puso a Jacque como piloto titular (el francés era parte de su equipo de pruebas). El francés no se mostró competitivo y dejó la estructura por problemas de salud (volvió a su labor de piloto probador) y su lugar fue ocupado por Anthony West. El nivel exhibido por Bridgestone no se tradujo en resultados espectaculares aunque sus pilotos realizaron algunas actuaciones meritorias. De Puniet finalizó segundo en Motegi gracias a la aparición de la bandera blanca y en Sepang logró un cuarto puesto a pocos segundos de Stoner. La ventaja inicial se deshizo por una mala planificación. La superioridad conseguida por Ducati empleando el motor screamer animó a Kawasaki a desarrollar un propulsor similar. Pero este motor solo dio problemas que repercutieron en el desarrollo de la moto. Los pilotos estaban descontentos con la entrega de potencia del screamer y lo desecharon después de numerosas pruebas. Esta pérdida de tiempo les retrasó en la búsqueda de nuevas soluciones, algo que afectó al proyecto de esta temporada.
La principal novedad de esta temporada fue la entrada de Monster como patrocinador principal. La marca de bebidas, sponsor personal de Hopkins, aportó una importante suma de dinero. La salida de De Puniet y la llegada de Hopkins fueron los mayores cambios que se produjeron dentro del equipo, pero no los únicos. West que afrontaba su segunda temporada en Kawasaki comenzó a trabajar con Juan Martínez, antiguo técnico de Sete, Rossi y Doohan. Pero Anthony no consiguió rendir como en 2007 y terminó con la paciencia y las esperanzas de sus jefes. Hopkins tampoco ha estado a la altura y no ha sabido evolucionar la moto. Sus problemas con las lesiones han sido el mayor obstáculo pero incidentes como el de Misano (se presentó al entrenamiento después de pasar la noche bebiendo) no hablan muy bien de su profesionalidad. Su quinto puesto en Estoril fue el mejor resultado de una temporada en la que las Ninja han dado un paso atrás en competitividad. El motor está por debajo de la competencia y el funcionamiento del chasis no admite comparación con el de otros años. Los pilotos se quejaban del comportamiento a la entrada de las curvas y de la falta de tracción a la salida. La electrónica tampoco ha tenido un buen desarrollo y la diferencia a recortar con el resto de fabricantes es bastante importante. Para reducir las distancias decidieron prescindir de West y contratar a Melandri, quien de hecho probó la moto antes de terminar la temporada. Los primeros test en Australia fueron prometedores y parecía que las mejoras introducidas surtían efecto pero los responsables de Kawasaki han decidido abandonar el proyecto de MotoGP.
Según el comunicado de la empresa la decisión es producto de la actual crisis económica pero la ausencia de resultados deportivos tiene mucho peso. El departamento de carreras es una pequeña parte de Kawasaki Heavy Industries. Aunque la inversión en MotoGP es elevada, la empresa podría asumir los costes gracias al patrocinio de Monster y la llegada de un piloto competitivo como Melandri. Sin embargo los jefes de Kawasaki habrán presionado para tomar esta decisión. Resulta paradójico que la marca de Akashi estuviera negociando con Aspar para poner otra moto en pista y unos meses después decidan abandonar la competición. Su panificación deportiva nunca ha sido digna de elogio pero esta salida por la puerta de atrás afecta a la imagen de la marca y deja en mal lugar a sus pilotos. Todo parece apuntar que continuaran participando en SBK donde su nivel de competitividad es aun peor que en MotoGP. Para ver un modelo puntero es necesario remontarse a la década de los 90.
La situación a la que se enfrentan Melandri y Hopkins es muy delicada. Con el mercado de fichajes cerrado y la actual situación en la categoría reina encontrar acomodo en un equipo parece muy complicado. Melandri tiene a su favor las victorias conseguidas en MotoGP y su rendimiento antes de marcharse a Ducati. Hopkins cuenta con un patrocinador importante y consiguió algún resultado destacable durante su etapa en Suzuki. Ambos pilotos son jóvenes y pueden encontrar equipo aunque este año sus aspiraciones deportivas y económicas se verán afectadas por la marcha de Kawasaki. Marco tiene alguna opción de continuar en MotoGP. Gresini intentará conseguir una moto para él aunque Honda difícilmente accederá y encontrar un patrocinador que corra con los gastos es misión imposible. Yamaha es la única marca que parece estar en disposición de poner otra moto en pista pero los costes económicos de la operación son un hándicap casi insalvable. Salvo sorpresa Macio deberá buscar acomodo en SBK, aunque tampoco será fácil, y hacer méritos para volver en 2010. El caso de Hopkins es distinto. El patrocinador le puede abrir muchas puerta pero su rendimiento el último año no le ayudará. Su crédito es menor que el de Melandri y es difícil que algún equipo de MotoGP se interese por él. Sus pociones pasan por ir a SBK o buscar equipo en el AMA donde sería candidato a todo y tendría un buen sueldo. Pero si se va a otro campeonato, pocos equipos pensaran en él para contratarle. Pero no solo los pilotos se han visto afectados. Los técnicos, encargados de prensa etc. deberán buscar un empleo o participar en otros proyectos de la marca. Lo que es seguro es que esta Nochevieja más de uno se la pasara pendiente del móvil.
PD: En los próximos días colgaré la segunda parte del artículo de Nicky Hayden.
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En los próximos días colgaré la segunda parte del artículo de Nicky Hayden.
Feliz 2009
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