Pedrosa y Porto partían como los principales favoritos al título de cara al 2005. En Jerez confirmaron las previsiones finalizando en las dos primeras posiciones pese a que ambos tenían algunos problemas en la puesta a punto. En Estoril el desgaste de los neumáticos jugó una mala pasada al piloto argentino. Sebas se escapó en las primeras vueltas con un asfalto frío y ligeramente mojado. En pocas vueltas sus gomas se consumieron y el grupo le recuperó la abultada diferencia que había logrado. Terminó noveno y vio como se le escapaba, por factores externos, una victoria segura.

De ahí en adelante sus problemas de puesta a punto se hicieron aún más patentes y la cambiante meteorología incidió negativamente en sus resultados. En los siguientes Grandes Premios sumó dos quintos puestos (China e Italia) y dos abandonos ( Francia y Cataluña). Pero en Assen recuperó la senda del triunfo y lo hizo a lo grande. Durante la carrera se mantuvo en tercera posición estudiando a Lorenzo, que lideró desde el comienzo, y a Pedrosa. Cuando se percató de que Dani iba a lanzar su ataque, Sebas superó de una sola tacada a los dos españoles en la chicane de entrada a meta y aprovechó las escaramuzas entre ellos para tomar una ligera ventaja. Pedrosa le alcanzó a mitad del circuito pero, a partir de ahí, aumentó la diferencia gracias a su superioridad en los virajes rápidos. Todo indicaba que esta victoria marcaría un punto de inflexión y le permitiría mejorar sus prestaciones, pero las siguientes pruebas no le dieron muchas alegrías.

La temporada avanzaba y ni siquiera la pausa veraniega le ayudaba a mejorar sus resultados. Sebas no lograba pasar del quinto puesto y sufría más abandonos de lo esperado. En Qatar, un trazado en el que había sido muy superior el año anterior, sumaba el enésimo quinto puesto tras haber conseguido un tercero en Sepang. Las caídas de Stoner y De Angelis le permitieron luchar por el triunfo en Phillip Island. Porto era mucho más efectivo en los virajes rápidos pero Dani conseguía neutralizar su ventaja en otros puntos del circuito. Pedrosa no quiso tomar excesivos riesgos y prefirió que la carrera se decidiera en la recta de meta. Dani salió muy rápido del último viraje y superó a su rival por escasas milésimas, revalidando el título. Las siguientes citas (Turquía y Valencia) también fueron desafortunadas para el argentino ya que no pudo sumar puntos en ninguna de ellas. En Cheste no pudo participar en la carrera ya que sufrió varios mareos durante el fin de semana fruto de una lesión cervical.

La temporada resultó decepcionante para Sebas y, aunque su compañero tampoco cosechó grandes resultados, esto no le servía de consuelo. No pudo luchar por el título y su bagaje de podios (4) y victorias (1) fue muy pobre. Tocaba mirar hacia el futuro y Porto decidió pasarse a las filas de Honda, la moto campeona. Su anterior experiencia con la RS-RW fue desafortunada pero creía que las Honda habían evolucionado mucho desde entonces. Llevaba dos temporadas observando sus virtudes y pensaba que era el camino correcto para luchar por el título. Pero el cambio resultaría contraproducente ya que Honda decidió no desarrollar más su moto para centrarse en MotoGP con la intención de destronar a Valentino y preparar la nueva 800. Además, Aprilia dedicó muchos recursos a recuperar el dominio en el cuarto de litro una vez que abandonaron el proyecto de MotoGP.

La pretemporada dio los primeros signos negativos ya que sus tiempos en los entrenos de Montmeló se quedaron muy lejos de los mejores. Sebas intentaba ser optimista ya que tenía tiempo para revertir la situación, pero se estaba encontrando con los mismos problemas que le castigaron en 2003. El tren delantero de la Honda no le ofrecía garantías y de esta manera era muy difícil conseguir resultados. Además Honda designó a Dovizioso como su primer piloto y las pocas mejoras que llegaron fueron a parar al box del Team Humangest. Mientras tanto las Aprilia mejoraron notablemente, especialmente en el apartado motor, y la diferencia con las motos japonesas comenzó a ser muy abultada. Por si esto fuera poco, Sebas no encontraba la motivación necesaria para competir al máximo nivel.

El abandono de Jerez fue el peor inicio posible, pero lo más preocupante fue su posición en parrilla (22º). En Qatar, un trazado que siempre se ajustó bien a su pilotaje, mejoró sus resultados finalizando séptimo. En las siguientes citas volvieron los resultados por debajo de lo esperado. En Turquía finalizó décimo, en China abandonó y en le Mans finalizó decimocuarto a 46 segundos del ganador, un resultado deshonroso para un piloto que debía estar en las posiciones de cabeza. Su actuación en Mugello fue la gota que colmó el vaso. Porto siempre había rendido bien en el circuito italiano -ganó en 2005- pero en esta ocasión tuvo problemas durante todo el fin de semana. En carrera peleó con pilotos privados y finalizó decimotercero a más de un minuto del grupo de cabeza. En el paddock la desastrosa temporada de Porto no pasaba desapercibida y se comenzaba a especular sobre su futuro.

Antes del Gran Premio de Cataluña anunció su retirada del campeonato del mundo. En un ejemplo de honestidad reconoció que no tenía la motivación necesaria para continuar compitiendo y decidió dejarlo. Además pasar tanto tiempo alejado de su familia comenzaba a hacerse pesado. Tomó la decisión tras meditarlo profundamente y Alberto Puig no le puso impedimentos para hacerlo. Sebas se tomó un tiempo para descansar, recuperar fuerzas y pensar en proyectos de cara al futuro. Al año siguiente regresó a la competición pero esta vez en el campeonato argentino de turismos, es decir, con un vehículo de cuatro ruedas.

A finales de la pasada temporada Sebas se estuvo moviendo para volver a competir en el mundial de velocidad o en SBK. Fueron varios los equipos que se interesaron por él pero finalmente ninguna de las opciones cuajó. Se barajó la opción de probar una KTM tras el Gran Premio de Valencia pero el abandono de la firma austriaca en 250 dio al traste con esta posibilidad. Aprilia se interesó por él para hacerle correr en SBK como compañero de Biaggi pero finalmente se decantaron por Shinya Nakano. La nueva categoría de Moto2 podría ser el escenario para el retorno de Porto. Varios pilotos que competían con él en 250 como Rolfo y Fonsi tienen serias opciones de competir en este campeonato la próxima temporada. Habrá que ver si finalmente Sebas encuentra acomodo en algún equipo y se concreta su vuelta al mundial.



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