El campeonato comenzó en Welkom con una inteligente victoria de Dovizioso por delante de Locatelli, mientras Héctor no pasaba de la décima plaza. En Jerez subió al pódium y en Le Mans finalizó quinto. La cita francesa sirvió para comprobar cómo la rivalidad con Lorenzo descentraba al piloto español y mermaba su potencial. En Mugello logró el tercer puesto lo que unido a la victoria en Montmeló le acercaban al liderato de la provisional. Parecía que Barberá iba entonándose pero en Assen hizo algo que no se puede permitir quien está luchando por el campeonato. Se quedaba descolgado luchando con el segundo grupo mientras en cabeza se disputaban la victoria los más rápidos (junto a él) del campeonato. En Brasil Aprilia trajo importantes novedades (especialmente en cuanto al motor) que le ayudaron a conseguir el segundo triunfo de la temporada. En Alemania finalizó en segunda posición y volvía a colocarse a pocos puntos de Dovizioso. Pero cuando la dinámica era positiva en cuanto a resultados y rendimiento de la moto cometió un error crucial. En Donington se fue al suelo al inicio porque sus neumáticos estaban fríos. El primer cero en el casillero unido a la victoria de Andrea permitieron al italiano irse de vacaciones más relajado. En Brno estaba bien situado en la última vuelta para luchar por la victoria o cuanto menos recortar puntos al líder. Pero no supo controlar los nervios en su lucha con Jorge y cometió dos errores que le hicieron finalizar séptimo. No pensó ningún punto en el que superar a su rival y se limitó a repasarse en numerosas ocasiones. En una de ellas tuvo que esquivar a Lorenzo y perdió varias posiciones, en su intento por recuperar puestos se precipitó y volvió a equivocarse. En los momentos claves se dejó llevar por sus impulsos y no supo mantener la cabeza fría. En Portugal enmendó sus errores con un nuevo triunfo mientras Andrea se veía obligado a abandonar por u pinchazo. Pero en Motegi no sumó puntos y Dovi volvía a destacarse gracias a su cuarto triunfo del año. En Qatar no solo Lorenzo fue capaz de rodar más veloz que él sino que su compañero Bautista le superó. Dovizioso podía conseguir el título en el circuito de Sepang pero Héctor llegaba decidido a impedirlo. Sin embargo repitió el error de Donington y se fue al suelo cuando el neumático no estaba en las mejores condiciones para forzar. Con el mundial decidido y un compañero de equipo que cada vez iba más rápido no fue capaz de pasar de la sexta posición en Phillip Island. Pero logró cerrar el año y su paso por la categoría de 125 con una victoria en Valencia favorecido por la caída Lorenzo y un error de Andrea (se salió de pista).
Aunque su palmarés en 125 era notable (un subcampeonato y un tercer puesto) y se podrán pensar que su paso por el octavo de litro le sirvió para formarse como piloto esto no era exactamente así. Héctor fue capaz de ir rápido enseguida y dio muestras de ser un piloto especialmente efectivo en las frenadas y la entrada en curva. Pero lo que consiguió fue fruto del talento, su trabajo dentro y fuera de la pista mostraba algunas lagunas. Su irregularidad era fruto de un trabajo mejorable con los técnicos. La planificación brillaba por su ausencia ya que no fue capaz de correr con la constancia necesaria para luchar por el campeonato. Además mostraba ciertas faltas de concentración al rodar en solitario y le costaba mantener un ritmo alto durante varias vueltas seguidas si no tenía una referencia delante. En varias carreras justificaba su flojo rendimiento en lo molesto que le resultaba pilotar con viento o en una pista muy bacheada. Sin embargo con un buen trabajo podría haber conseguido importantes avances en estas condiciones.
Para su salto el cuarto de litro se decantó por el equipo Lotus Honda dirigido por Dani Amatriain (por entonces manager de Lorenzo). Aunque Aprilia le habría suministrado una de sus motos oficiales Héctor prefirió competir con una montura muy diferente a las motos de Noale antes que volver al equipo de Aspar. La Honda RSW era la actual campeona, de hecho Pedrosa estaría en la categoría defendiendo el título, y esto le hizo pensar que podría conseguir buenos resultados. Pero tomó la decisión sin reflexionar mucho en los inconvenientes que podría encontrarse, más bien intentó evitar correr en un equipo (Aspar) en el que ya había tenido problemas. Las dificultades con la Honda aparecieron enseguida, algo lógico cuando no se siguen criterios deportivos al tomar una decisión de tal calibre. Lorenzo y él se dedicaron a rodar juntos en los test de pretemporada (por consejo de Amatriain) para mejorar su pilotaje, pero al tratarse de dos pilotos sin experiencia en 250 también adquiría vicios. Esta medida se dejó de lado cuando Jorge se mostró en contra y prefirió que cada piloto siguiera su propia línea.
La temporada comenzó en Jerez y Barberá consiguió un prometedor quinto puesto por delante de Lorenzo. Pero las siguientes citas fueron bastante decepcionantes. En Portugal no fue capaz de finalizar entre los diez primeros, en Le Mans y Shanghái logró sendos séptimos y en Mugello terminó sexto. Aunque no sumó puntos por avería en Montmeló fue capaz de rodar con los pilotos punteros durante media carrera. En las citas de Assen, Donington y Sachsenring no pasó de la octava posición. Se fue de vacaciones preocupado porque su temporada distaba mucho de estar al nivel deseado. Los problemas con la Honda oficial eran varios. Acostumbrado al motor de válvulas rotativa de la Aprilia que requiere llevarlo siempre muy alta de revoluciones, el tacto con el motor de láminas de la moto japonesa no era de su gusto. Por otro lado el chasis también era radicalmente diferente al de su anterior marca. La estabilidad en frenada era mayor y la manejabilidad en las zonas reviradas era superior, sin embargo la menor efectividad a la entrada de los virajes rápidos no se ajustaba al pilotaje de Héctor. Otro aspecto que le creó muchas dificultades fue la comparación con su compañero de equipo. Lorenzo tuvo un buen crecimiento y tras pocas carreras comenzó a luchar regularmente por posiciones de pódium y esto minaba la confianza del Barberá que se veía superado por un piloto al que hasta entonces siempre había batido. La segunda mitad de la temporada empezó con un abandono en Brno. En Motegi finalizó octavo y mejoró en Sepang sumando su segundo sexto puesto. La séptima posición de Qatar fue el preludio de un final de temporada en el que su acoplamiento a la Honda fue mejor. En Australia finalizó cuarto por delante de Dovizioso y en Turquía logró un sexto puesto, peleando durante toda la carrera con Lorenzo y Andrea. Cerró el año con un quinto puesto en su pista favorita, Cheste.
Aunque su palmarés en 125 era notable (un subcampeonato y un tercer puesto) y se podrán pensar que su paso por el octavo de litro le sirvió para formarse como piloto esto no era exactamente así. Héctor fue capaz de ir rápido enseguida y dio muestras de ser un piloto especialmente efectivo en las frenadas y la entrada en curva. Pero lo que consiguió fue fruto del talento, su trabajo dentro y fuera de la pista mostraba algunas lagunas. Su irregularidad era fruto de un trabajo mejorable con los técnicos. La planificación brillaba por su ausencia ya que no fue capaz de correr con la constancia necesaria para luchar por el campeonato. Además mostraba ciertas faltas de concentración al rodar en solitario y le costaba mantener un ritmo alto durante varias vueltas seguidas si no tenía una referencia delante. En varias carreras justificaba su flojo rendimiento en lo molesto que le resultaba pilotar con viento o en una pista muy bacheada. Sin embargo con un buen trabajo podría haber conseguido importantes avances en estas condiciones.
Para su salto el cuarto de litro se decantó por el equipo Lotus Honda dirigido por Dani Amatriain (por entonces manager de Lorenzo). Aunque Aprilia le habría suministrado una de sus motos oficiales Héctor prefirió competir con una montura muy diferente a las motos de Noale antes que volver al equipo de Aspar. La Honda RSW era la actual campeona, de hecho Pedrosa estaría en la categoría defendiendo el título, y esto le hizo pensar que podría conseguir buenos resultados. Pero tomó la decisión sin reflexionar mucho en los inconvenientes que podría encontrarse, más bien intentó evitar correr en un equipo (Aspar) en el que ya había tenido problemas. Las dificultades con la Honda aparecieron enseguida, algo lógico cuando no se siguen criterios deportivos al tomar una decisión de tal calibre. Lorenzo y él se dedicaron a rodar juntos en los test de pretemporada (por consejo de Amatriain) para mejorar su pilotaje, pero al tratarse de dos pilotos sin experiencia en 250 también adquiría vicios. Esta medida se dejó de lado cuando Jorge se mostró en contra y prefirió que cada piloto siguiera su propia línea.
La temporada comenzó en Jerez y Barberá consiguió un prometedor quinto puesto por delante de Lorenzo. Pero las siguientes citas fueron bastante decepcionantes. En Portugal no fue capaz de finalizar entre los diez primeros, en Le Mans y Shanghái logró sendos séptimos y en Mugello terminó sexto. Aunque no sumó puntos por avería en Montmeló fue capaz de rodar con los pilotos punteros durante media carrera. En las citas de Assen, Donington y Sachsenring no pasó de la octava posición. Se fue de vacaciones preocupado porque su temporada distaba mucho de estar al nivel deseado. Los problemas con la Honda oficial eran varios. Acostumbrado al motor de válvulas rotativa de la Aprilia que requiere llevarlo siempre muy alta de revoluciones, el tacto con el motor de láminas de la moto japonesa no era de su gusto. Por otro lado el chasis también era radicalmente diferente al de su anterior marca. La estabilidad en frenada era mayor y la manejabilidad en las zonas reviradas era superior, sin embargo la menor efectividad a la entrada de los virajes rápidos no se ajustaba al pilotaje de Héctor. Otro aspecto que le creó muchas dificultades fue la comparación con su compañero de equipo. Lorenzo tuvo un buen crecimiento y tras pocas carreras comenzó a luchar regularmente por posiciones de pódium y esto minaba la confianza del Barberá que se veía superado por un piloto al que hasta entonces siempre había batido. La segunda mitad de la temporada empezó con un abandono en Brno. En Motegi finalizó octavo y mejoró en Sepang sumando su segundo sexto puesto. La séptima posición de Qatar fue el preludio de un final de temporada en el que su acoplamiento a la Honda fue mejor. En Australia finalizó cuarto por delante de Dovizioso y en Turquía logró un sexto puesto, peleando durante toda la carrera con Lorenzo y Andrea. Cerró el año con un quinto puesto en su pista favorita, Cheste.
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