En algunos países de Europa, donde el capitalismo todavía no alcanzó a sepultar algunos clásicos, se pueden encontrar modelos con esta configuración, sobre todo en países como Alemania. Sin embargo, el formato que presentó la firma italiana en este salón es inédito.
Como recuerdo del primer sidecar que se acopló a una Vespa, allá por 1948, la constructora creo este prototipo. En este caso la moto sobre la que se instaló es una Vespa GTV de las series modernas con un motor de 250 cc, cuatro tiempos y los refinamientos de cualquier motor actual, como inyección electrónica o refrigeración líquida.
Como prototipo no han dado más especificaciones, ni precio ni datos técnicos, pero es una moto que seguro llamará la atención si llega a comercializarse. Aunque ahora el mercado es muy distinto y las necesidades completamente diferentes cuando estos vehículos estaban en pleno auge
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