Italia: La cuna del talento

El país transalpino ha tenido, tradicionalmente, grandes campeones que han aumentado el interés por el motociclismo. Pero probablemente la generación que empezó a correr durante la década de los ´90 sea la que, en conjunto, más éxitos ha cosechado. Entre estos nombres destacan los Rossi, Capirossi, Biaggi, Melandri pero otros como Locatelli, Cecchinello, Romboni o Perugini han colaborado sumando victorias, e incluso títulos. Es una generación que vivió la introducción de las minimotos como herramienta de formación. Pero este no fue el único hecho que dio pie a una generación triunfadora.

La competición en la que se daban cita todos los chicos que querían llegar a ser pilotos era el Campeonato Sport Production. Este era, habitualmente, el primer contacto con motos "grandes" que se asemejaban más que las minimotos a las motos de competición. Las monturas eran las versiones de 125 réplicas de los modelos que llenaban las parrillas del mundial. No eran verdaderas motos de competición sino que eran modelos de calle con algunas modificaciones. Las Aprilia RS125 eran mayoría en la parrilla pero también competían otras marcas como Cagiva con el modelo Mito. Por esto eran tan pesadas como una MotoGP y no eran excesivamente potentes, pero servían para que los pilotos se familiarizaran con los circuitos, las trazadas y el trabajo durante el fin de semana. Las carreras tenían lugar en los trazados más importantes del país como Mugello, Monza, Vallelunga etc. y se dividía a los pilotos en clases en función de su procedencia. Los que mejores resultados obtenían iban avanzando hasta la ronda final. Esta era una magnífica estrategia de formación y selección de pilotos y aquellos que destacaban tenían la oportunidad de dar el salto al Campeonato Italiano donde las motos eran verdaderos modelos de competición muy parecidos a los del mundial.

El campeonato italiano tenía algunas particularidades que lo hacían muy competitivo. Importantes pilotos italianos que competían en el mundial también tomaban parte en las pruebas del campeonato nacional lo que le daba mayor nivel y servía de estímulo y referencia para los novatos. Además los jóvenes que destacaban tenían la oportunidad de ir a correr a otras competiciones internacionales para competir contra otros pilotos, algunos mundialistas, que formaban parte en ellas. Algunos equipos tenían una gran calidad técnica y a nivel de infraestructuras, como el de Matteoni, lo que ayudaba en el aprendizaje de los pilotos. Pero el aspecto más importante era que las fábricas estaban muy involucradas en el campeonato, pese a que este no era más que un campeonato nacional. Aprilia corría en casa y daba motos muy competitivas a los pilotos con un mayor potencial. Pero también Honda participaba activamente en el campeonato. Incluso daba motos oficiales del mundial a algunos pilotos. Esto se debía a la importancia del mercado italiano para la firma del ala dorada, ya que en el país transalpino siempre ha existido una gran afición a las motos, pero las numerosas marcas nacionales han sabido sacar partido de esta situación. Honda Italia supo convencer a los japoneses para apoyar a esta delegación y, durante varios años algunos importantes pilotos italianos como Cecchinello y Melandri, recibieron un gran apoyo de Honda.

España: Generación de oro

A lo largo de su historia, el motociclismo español ha tenido pilotos importantes, pero estos surgían por un cúmulo de circunstancias ya que los medios para formar y apoyar pilotos eran insuficientes o incluso inexistentes. Pero a finales de los '80, con los títulos de Sito, Aspar, Crivillé y Herreros, se produjo el empujón definitivo que daría lugar, años más tarde, a una gran generación de pilotos. Algunos ex-campeones, como Nieto, Aspar y Sito, se dedicaron después a formar sus propios equipos y a ejercer como padrinos de la nueva generación. Este método se mostró efectivo ya que los nuevos jefes de equipo tenían mucha experiencia, daban buenos consejos y sabían moverse en un entorno complicado, aunque en ocasiones miraban más por su propio interés que por el de sus inexpertos corredores. Apoyados en competiciones como el Critérium Solo Moto se dieron a conocer pilotos como Gibernau, Puig, Alzamora, Crivillé o Checa. Esta generación logró numerosas victorias y tres títulos mundiales, incluido el único mundial en la categoría reina, pero se vio superada en éxitos por la poderosa armada italiana. Sin embargo tuvo una gran importancia en la siguiente hornada de pilotos ya que sentó las bases que servirían para originar la generación de oro del motociclismo español.

Los patrocinadores se dieron cuenta de que la inversión en el motociclismo tenía un gran retorno por lo que algunas firmas importantes se unieron a las que, como Repsol y algunas tabacaleras, ya patrocinaban equipos importantes del mundial. Dorna quería encontrar a un piloto español que continuara la senda de Crivillé y, para ello, buscó una copa de promoción para jóvenes pilotos. Con el patrocinio de Movistar, el apoyo de Honda y Puig como encargado de aleccionar y seleccionar a las nuevas promesas nació la Copa Movistar, de la que saldrían Pedrosa, Olivé y Jara, y en la que también participó Bautista. Tras esta copa se formó el Movistar junior Team que no sólo vio el desembarco de Pedrosa y Olivé en el mundial, sino que sirvió para que pilotos como Simón y Stoner participaran en alguna prueba como wild-cards. Paralelamente a la Copa Movistar, las distintas copas Aprilia y la Fórmula de Campeones Bancaja disfrutaban de una de sus mejores cosechas con pilotos como Barberá, Lorenzo, Bautista o Túnez subiendo, sin saberlo, el prestigio de este campeonato.

Estas fórmulas de promoción ayudaron a muchos pilotos a dar sus primeros pasos como pilotos, pero aún debían demostrar su valía antes de llegar al mundial y el CEV se convirtió, sin lugar a dudas, en el último eslabón. Los pilotos que han destacado en el CEV han logrado una plaza en el mundial al año siguiente y esto ha hecho que cada vez más pilotos extranjeros tomen parte en él. Los factores que han influido en la mejora del CEV han sido numerosos y, actualmente, es el campeonato nacional más importante del mundo en lo que a formación de pilotos se refiere, puesto que el campeonato británico o el AMA tienen un mayor peso en motos de SBK. La gestión de Dorna en el CEV ha buscado que este se convierta en el campeonato de promoción más importante del mundo y en él se dan cita equipos, como el Aspar Team o el BQR, que tienen grandes estructuras en el mundial. Este hecho ha servido para ganar en profesionalidad, pero ha aumentado los costes y ha puesto más difíciles las cosas para aquellos que tienen menos medios. Además algunos equipos se aprovechan de la inexperiencia de los pilotos y sus padres para ganar dinero a su costa. En cualquier caso, hoy en día pilotos italianos, británicos o alemanes se dan cita en un campeonato que, por su elevado nivel y la seguridad de sus circuitos, ha crecido enormemente en la última década. Y este crecimiento no se limita a los pilotos, también existen escuelas de formación de mecánicos y técnicos, que también dan sus primeros pasos en las copas de promoción y en el CEV.

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