Buell 1125 RSi hay una fábrica de motos deportivas que ha predicado en el desierto durante años, esta ha sido sin duda Buell. Su fundador es un ingeniero y piloto, apasionado de las motos y que no comprendía muy bien porque no había una moto puramente americana que plantase cara al “poder amarillo” que invade los circuitos de velocidad. Pero, claro, si querías una moto americana… ¿que motor tenías que montar? Pues está claro: un Harley. Para poder hacer motos ágiles y deportivas con un motor cuyo origen data de principios del siglo pasado y que, además, es famoso por empujar los modelos más grandes y “retumbantes” del mundo, está claro que tienes que hacer algo para suplir la potencia y la ligereza de las japonesas.

Por ello, desarrolló una serie de ideas que parecían bastante estrafalarias y teóricas, aunque realmente el tiempo ha terminado por darle la razón . No obstante, está claro que el tiempo avanza y el desarrollo de un nuevo propulsor era algo obligado si realmente la marca (adquirida directamente por Harley Davidson hace pocos años para crear su particular división “racing”) quería ampliar su mercado.

Dicho y hecho. Por fin Buell cuenta con un motor moderno, con todos los avances que la tecnología puede proveer … y todos aquellos que el ingenio también puede. El ingenio de Eric Buell, un vaquero que es al mundo de las motos deportivas americanas lo que John Wayne al western: un pionero y una leyenda.

Nuestro equipo de pruebas se protege con:

Cascos: Nitro , Givi, HJC , Shad y NZI
Cazadoras: Nitro, Motorrad, Teknic y Scott
Monos de cuero: Motorrad y Teknic
Guantes y botas: Teknic, Acerbis
Agradecimientos a MGE y las cadenas de tiendas Motorrad y Basi



Buell 1125 RLos clásicos propulsores Harley de refrigeración por aire se habían refinado mucho para poder ser montados en motos sport como las Buell- puesto que entre otras cosas fueron los primeros motores de origen de la marca americana con inyección electrónica- denominándolos Thunderstorm, pero todo tiene un límite. Así, el desarrollo de un nuevo modelo con un nuevo motor que permitiese a la marca meterse en el mundo de las deportivas puras (no sport ligeras, naked deportivas o como quieras denominarlas) era obligado , comenzando por el motor.

La decisión fue encargárselo a Rotax, que posiblemente se haya convertido en el mayor fabricante “externo” en el mundo de las motos “grandes” con marcas como Aprilia, BMW y ahora Buell en su lista de clientes. Por supuesto, debía tratarse de un bicilíndrico en V para seguir con la filosofía y la estética de la marca . Partiendo, más o menos, de la base del ya usado entre otros muchos modelos en Aprilia en las RSV, se ha desarrollado un V2 a 72º (mucho más abierto que el veterano Harley a 45) con refrigeración líquida, inyección electrónica muy moderna y sofisticada, multiválvulas que declara 146 CV a 10000 rpm . Por cierto, cuenta con embrague antirebote por el sistema tipo “pulmón” para evitar los blocajes habituales de los grandes bicilíndricos en reducciones fuertes
No hay que ser un ingeniero para deducir que arrasa a todos los niveles al Thunderstorm, que apenas podía rendir 100 y pasar de las 8000 rpm. Además, lógicamente ahora el tacto es más lineal, progresivo y eficaz en cualquier uso que le des. Pero, en fin, los rivales no hay que buscarlos dentro de la marca, sino fuera, puesto que con la 1125 se entra en guerra directa con las japonesas, además de las italianas y la inglesa (Triumph, claro)



Buell 1125 REl motor es totalmente nuevo, pero para todo lo demás la marca se ha aferrado a sus señas de identidad. Esto tiene varios motivos. Primero, es que una marca como Buell tiene que ofrecer algo diferente al resto al ser una fábrica no artesanal, pero casi , y desde luego minoritaria… en lo que reside gran parte de su atractivo. Segundo, que las soluciones técnicas desarrolladas por su fundador no solamente son personales, sino… ¡muy eficaces! Estas se resumen básicamente en tres: concentración del centro de gravedad, reducción de masas no suspendidas y chasis muy rígidos. Por ello, el escape bajo el colín, la caja del filtro del aire dentro de lo que sería el depósito (que pasa estar dentro del chasis) o el disco de freno delantero tipo perimetral son elementos que no se han perdido. Solamente el depósito de aceite dentro del basculante se ha dejado ene l camino, puesto que el nuevo motor obliga a una ubicación convencional… o sea, dentro del motor.

Por otro lado, la manejabilidad y la ligereza son elementos en los que Buell siempre ha puesto un especial énfasis . El marmóreo chasis doble viga de aluminio sigue teniendo solo 21º de lanzamiento, 3 grados menos que las superbikes japonesas más radicales, por lo que la rapidez de reacciones no es un problema, desde luego. Los ventiladores se han colocado a ambos lados del frontal, lo que obliga a hacer dos grandes “branquias” que en marcha tienen un beneficioso efecto aerodinámico para el piloto al cubrir las piernas.
El solitario disco delantero tiene que intentar dar la frenada de dos, por lo que es perimetral (está anclado al borde de la llanta en lugar de al centro), lo que permite un diámetro mucho mayor de lo normal con 375 mm. Para morderlo, se recurre a una espectacular y masiva pinza de ¡8! Pistones


Buell 1125 REstéticamente, la 1125 es muy personal, aunque eso ya lo habrás visto en las fotos. Siempre llama la atención , y los gustos se reparten aproximadamente al 50%: a la mitad les gusta y a la mitad no tanto.

Hace más de un año pude probar el modelo, probablemente, más parecido a este que se haya fabricado antes. Se trataba de la XBRR, una versión superradical y superpotenciada de las Buell tradicionales con un 1340 cc. preparado para el campeonato americano con todas las excelencias “racing” que te puedas imaginar, pero con el motor de aire. El tacto era bestial, salvaje y rudo como intentar montar a un búfalo en un rodeo. Para que te hagas una idea, te remito a la prueba que hicimos en su día.
Sigamos. En cuanto te sientas encima la notas compacta de medidas, pero no tanto de tamaño real, puesto que los ventiladores laterales y el frontal la ensanchan mucho, con la cúpula muy alta respecto al asiento. Esto, lejos de ser una crítica, es una loa puesto que el piloto queda perfectamente integrado para rodar rápido, momento en que apenas te da el aire si te asientas bien dentro de sus formas. Un 10 a este respecto.
Al ponerla en marcha, ya me recomendaron al recogerla que esperase a que alcanzase su temperatura de funcionamiento antes de rodar. Bueno, no es estrictamente necesario pero desde luego si aún el reloj no marca temperatura (señal de que no tiene aún los grados necesarios para ir “redonda”) notas ciertas toses a pesar de la moderna inyección electrónica
Metemos primera y rodamos. En ciudad se maneja bien, pero es una deportiva, así que no esperes grandes cosas . Su terreno es la carretera abierta, rápida y con buen asfalto, donde la “potencia de tiro” de este pistolero americano te deja un buen sabor de boca excelente. El motor recupera desde casi cualquier marcha y te empuja hacia delante sin titubeos . Como buen bicilíndrico deportivo y de altas prestaciones, necesita buen tacto y dosificación en curvas lentas, pero incluso aquí te apabulla su capacidad de mantener la trazada sin apenas subvirar, o sea, de sacarte de la curva aunque sigas con una punta de acelerador. Puedes pegarte dentro de la curva que por ahí seguirás, y al salir solo tendrás que roscar el puño derecho para salir catapultado. En autopista alcanza casi 250 km/h, lo que no está nada, nada mal.
El funcionamiento general es bueno, con las ligeras tosquedades de un motor con tanta cilindrada unitaria. Solo es cuestión de acostumbrarte. Eso sí, el mordiente del freno delantero no terminó de convencerme. Frenar, frena, pero parece que al principio no “muerde”, aunque después te para convincentemente. También es cuestión de cogerle el truco, puesto que al segundo día no lo notaba tan “raro” como el primero.
Para el pasajero no es muy cómoda puesto que el asiento- que viene cubierto por un colín monoplaza para los momentos más “racing”- es algo estrecho y corto, casi de 125. Una pena, porque esta Buell, que casi es una sport turismo por protección para el piloto, sería una buena deportiva para pilotos acompañados.
Con la 1125 está claro que la marca americana abre una nueva vía en su filosofía. Personalidad, si. Talante propio, también, pero con modernidad y prestaciones. Cuando pulan la base actual (que será como mucho dentro de un año o dos) prepárate para una nueva conquista del Oeste.


Buell 1125 R A favor:motor potente.

+ Soluciones técnicas únicas.
+ Personalidad.

Buell 1125 R En contra:

+ Estética muy especial.
+ Tacto freno.
+ Asiento pasajero.



David G. de Navarrete, Autocity
2 de julio de 2008










Fuente
Moto City


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