Honda CB1000

El hambre del mercado por las motos naked llevó, hace ya varios años, a los diseñadores de las marcas a una decisión muy lógica: si desnudamos una moto “racing” y la colocamos un manillar alto, nos aseguramos unas excelentes prestaciones y un intachable comportamiento deportivo , y de paso tendremos gran parte de la inversión ya amortizada.
Esto se hizo en la más reciente versión de la CB 600 F- que desde hace pocas semanas ya se puede denominar de forma oficial Hornet, puesto que Honda ha recuperado los derechos sobre esta denominación para Europa- aprovechando la base de la última CBR 600 RR, y ahora le ha llegado el momento a la superbike más “cibernética” del mercado. Si la deportiva CBR 1000 ya sorprendió todos con un diseño que se apartaba claramente de los cánones del segmento inspirados en las carreras de velocidad, la mega naked no se queda atrás. Con líneas afiladas y un tacto y un comportamiento fácil de manejar, y por ello mismo pasmosamente efectivo, mantiene gran parte de la potencia de la R para desarrollar lo que podríamos llamar una súper Hornet.
Nuestro equipo de pruebas se protege con:

Cascos
: Nitro , Givi y NZI
Cazadoras: Nitro, Motorrad, Teknic y Scott
Monos de cuero: Motorrad y Teknic
Guantes y botas: Teknic

Agradecimientos a MGE y las cadenas de tiendas Motorrad y Basi
Honda CB1000

Mientras la CBR busca ser una superbike tremendamente efectiva como deportiva, a esta CB se le encomienda otro trabajo: ser una moto potente y que responda perfectamente como modelo Sport, pero que también valga para todos los días y que sea tremendamente cómoda para cualquier usuario.
Así, su motor se ha rebajado de potencia y dulcificado pero, al contrario que en otros modelos, aquí se ha hecho un trabajo tremendamente efectivo. Los casi 180 caballos originales se rebajan a unos mucho más lógicos (teniendo en cuenta que hablamos de una moto sin carenado) 125…que ya está que bien para todo aquel que quiera disfrutar de unas prestaciones explosivas. Pero, al tiempo, si hay algo que pueda caracterizar y describir el tacto de este motor es facilidad . Se han fortalecido los bajos y medios a favor de una potencia altas revoluciones que no valdría de mucho en una moto de este tipo. Esto no es una novedad por qué es lo que se suele anunciar cuando se “descafeína ” un motor muy potente para hacerlo más dócil. Lo realmente admirable es como se ha hecho, logrando una curva tan suave, progresiva y fácil de pilotar que te sorprende lo rápido que te adaptas a ella , puesto que por su estética y por los recuerdos que personalmente tenía de su base- o sea la CBR 1000 RR- esperaba un tacto más agresivo que, incluso, pudiera descabalgarte al más mínimo acelerón. Nada más lejos de la realidad. Honda ha llevado el concepto de “ las prestaciones en control no sirven de nada ” a un nivel admirable porque, sin dejar de ser una moto que realmente corre y acelera mucho (pero mucho, mucho), lo hace de tal forma que te permite hacerlo mucho antes de lo que te imaginas. A la salida de cualquier curva, el tacto aterciopelado de su curva de potencia te permite trazar casi controlando el acelerador para poder dar gas antes que ninguna de sus rivales y salir suavemente catapultado (aunque parezca un contrasentido) hace la siguiente curva.
Por supuesto, si hablamos de velocidad punta, tiene el hándicap que cualquier moto desnuda: que a partir de los 140 o, como mucho, 160, la presión sobre el cuello y los hombros empieza a ser difícilmente soportable. No obstante, el diseño del cuadro de relojes logra cierto efecto “deriva brisas”, algo que ya pudimos comprobar hace años en la anterior meganaked de Honda con la base de la CBR 1000 XX Blackbird, la X11. Además, se encuentra protegido en el frontal por una pequeñísima mini cúpula, pensada para la protección del cuadro en sí, que mejora la penetración aerodinámica y disminuye los a veces molestos ruidos y crujidos que la presión del aire hace sobre esta zona.

Honda CB1000

Frente al doble viga de la superbike, aquí se han decantado por una estructura similar al usado en la Hornet "pequeña" para mejorar la manejabilidad y la estrechez general. Se trata de un bastidor Mono Backbone, que es básicamente un clásico monoviga central, aunque muy estudiado para aligerarlo y darle rigidez usando , por ejemplo, aluminio en su construcción. Por otro lado, más prestaciones necesitan más de estabilidad y control de la amortiguación, por lo que tanto la rígida horquilla invertida de 43 mm como el mono amortiguador trasero son regulables en todos los parámetros.
Por otro lado, la sensación de control es total puesto que la ergonomía se ha solucionado perfectamente, logrando una adaptación casi instantánea . El manillar es suficientemente alto y ancho para resultar cómodo pero también para permitir controlar el tren delantero, mientras que las estriberas también se sitúan moderadamente altas y retrasadas para no rozar en las curvas (cuando empiezas a coger ritmo, te recomiendo desmontar los largos avisadores) pero sigue siendo cómodas. De esta forma, se maneja perfectamente tanto en la ciudad en medio un atasco como si alguna vez quieres hacer alguna incursión en circuito y, por supuesto, también es una excelente viajera (mientras aceptes su aerodinámica, claro) gracias a su total ausencia de vibraciones, su capacidad de recuperación y unos consumos moderados. Por cierto, remarcamos el buen trabajo el realizado sobre la inyección y las otras modificaciones respecto a la base original.

Honda CB1000

Sus líneas afiladas y personales - no hay más que ver el colín estilo MotoGP y la óptica triangular doble que parece el ojo de un alienígena- la colocan como una de las opciones más originales del mercado. Frente a las líneas musculosas clásicas del segmento con las directamente retro (como de hecho eran las anteriores, y preciosas, CB 1300) en Honda en desmarcado con líneas angulosos a la vez que elegantes. Por citar más detalles, fíjate en el escape corto y triangular con el basculante monobrazo que deja la rueda trasera totalmente la vista.
 
Pero no es solamente una moto de diseño, como ocurre algunas de sus rivales europeas, sino que se convierte en la opción perfecta por el que quiera tener la comodidad y el tacto (casi) de una gran moto urbana para el día a día a la vez que un modelo perfectamente útil para usar en carretera . Todo esto, por supuesto, con el clásico tacto Honda que asegura una suavidad y robustez mecánicas que son uno de los principales bastiones de la marca en lo que imagen se refiere.
Para algunos, su gama de colores (el elegante verde que ves en las fotos, blanco y negro perlado) quizá resulten demasiado clásicos y conservadores para algunos, como también ha ocurrido con su “hermana” CBR 1000 RR, pero lo cierto es que logra mezclar estilo con agresividad elegancia como ningún otro modelo del mercado . De todas maneras, y como siempre, respecto a esto tú tienes última palabra.

Honda CB1000



Honda CB1000 A favor:
+ Estética y decoraciones muy personal.
+ Motor.
+ Manejabilidad.
+ Facilidad de pilotaje.

Honda CB1000 En contra:
+ Estética y decoraciones muy personales.
+ Protección aerodinámica.
+ Chasis poco deportivo.



David G. de Navarrete, Autocity
13 de diciembre de 2008


Fuente
Moto City

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