Bautista dio el salto al cuarto de litro en 2007, avalado por el título mundial de 125 que acababa de conquistar dominando con una superioridad pocas veces vista en la menor de las cilindradas (mayor que la de Simón esta temporada). Compitió en el equipo Aspar acompañando a De Angelis, uno de los candidatos al título. Aunque se tuvo que enfrentar con rivales mucho más experimentados que él, su nivel de confianza era tan alto que ya en pretemporada empezó a destacar, llegando a la cita de Qatar como uno de los favoritos a la victoria. En carrera se cayó, pero en la siguiente cita (Jerez) estuvo luchando durante toda la prueba con Lorenzo y Dovizioso, mientras De Angelis se quedaba rezagado, y les plantó cara en todo momento finalizando por delante de Andrea. En Turquía volvió a luchar con ellos hasta la última curva pero se tuvo que conformar con la tercera plaza. Álvaro mantenía algunos vicios propios de 125, como una velocidad de paso por curva excesivamente alta, pero era capaz de realizar carreras sin apenas cometer errores pese a que pilotaba al límite en todo momento, intentando demostrar que estaba al mismo nivel que Lorenzo y Dovizioso a pesar de su poca experiencia en la categoría.


Con su espectacular inicio de temporada estaba claro que las victorias no tardarían en llegar, pero antes tuvo que sortear varios obstáculos. En China finalizó segundo, por delante de Dovizioso, pero lo hizo realizando una maniobra que estuvo a punto de llevar al suelo al piloto italiano, quien no tardó en recriminárselo. En Le Mans una inoportuna salida de pista le dejó sin opciones, aunque demostró que tenía un ritmo muy bueno que le habría permitido luchar por la victoria. El escenario de su estreno en 250 fue Mugello, aunque la victoria estuvo rodeada de polémica ya que en la última vuelta se tocó con Lorenzo y este finalizó por los suelos. Jorge puso una reclamación (la culpa del accidente era compartida ya que ambos cometieron errores que provocaron la caída) y aunque esta no cuajó, sí que aumentó la tensión entre los dos pilotos españoles. Bautista se estaba viendo envuelto en una serie de incidentes que contrastaban con su imagen de niño bueno y estos lances le pasarían factura.


Sorprendentemente, tras su primera victoria en la categoría los resultados de Bautista sufrieron un bajón notable. Continuaba estando entre los mejores, pero no conseguía meterse en la pelea que mantenían Lorenzo, Dovizioso y De Angelis. En esta fase de la temporada Álvaro comenzó a variar su pilotaje conduciendo con un estilo propio del dos y medio. Este cambio de pilotaje coincidió también con una serie de errores que hicieron que su confianza fuera menor. Aprilia decidió poner en pista su novedosa RSA y los pilotos elegidos para pilotarla fueron Bautista y Luthi, ambos novatos que continuarían en la categoría la siguiente temporada. El cambio de moto no le vino mal al piloto de Aspar ya que poco a poco retornó al nivel que había exhibido a principio de temporada. De hecho, en Portugal consiguió su segunda victoria de la temporada en una exhibición escandalosa. Bautista remontó tras una salida desastrosa y fue capaz de recuperar una distancia muy grande a Lorenzo y Dovizioso. Cuando llegó a ellos, a pesar del cansancio y el desgaste de las gomas, fue capaz de aumentar aún más su ritmo (que ya de por sí era altísimo) y en pocas vueltas se escapó y cruzó la meta en solitario. En las últimas citas de la temporada la suerte no le acompañó y tuvo diversos problemas (rotura en Sepang y caída en Valencia) que le perjudicaron cuanto estaba en posición de luchar por la victoria.


Bautista finalizó el mundial en cuarta posición, justo por detrás de Lorenzo, Dovizioso y De Angelis quienes en 2008 darían el salto a MotoGP. Por tanto Álvaro se convirtió si ningún tipo de dudas, en el máximo favorito al título. Aprilia también lo creyó así y adaptó la aerodinámica de la nueva RSA a sus dimensiones físicas. Sus rivales serían, a priori, los mismos a los que ya había batido en 125 entre los que destacaba Kallio con la KTM y Luthi con otra de las RSA. Sin embargo había otros pilotos con más experiencia en la categoría (Barberá, Debón y Locatelli) que también recibieron las deseadas motos oficiales de Noale aunque su candidatura al título era menos seria. Sin embargo, el gran rival de Bautista sería un tapado, Marco Simoncelli, que empezaría la temporada con la moto antigua (RS-LE). Marco intentó repetidamente que le dieran la RSA ya que creía haber hecho más méritos que otros pilotos. Finalmente Sacchi y Dall’Igna no se dejaron convencer lo que daría un plus de motivación al piloto italiano, quien tras un año colaborando con Aligi Deganello (su jefe técnico desde 2007) por fin había dado con unos reglajes que le permitieran ir rápido a pesar de su mayor peso y estatura.


El gran dominador de la pretemporada fue Bautista. No solo marcó los mejores cronos sino que demostró un gran ritmo de carrera. Por el contrario, sus rivales eran rápidos pero no conseguían dar la misma sensación de solidez. Las KTM se comportaban de manera muy diferente en función del circuito y otros pilotos como Barberá (que comenzó a trabajar con un psicólogo) eran capaces de rodar muy rápido a una vuelta pero se les seguían atragantando las tandas largas. Con este panorama, la prensa no tardó en dar por seguro el título de Bautista aunque desde el Team Aspar trataban de rebajar las expectativas. Sin embargo, ellos mismos se veían protagonizando una campaña llena de éxitos y continuando la exitosa colaboración iniciada en 2006.


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