Un año más, tocaba decidir las opciones de futuro, pero esta vez Toni no tenía las cartas a su favor. Fortuna le comunicó que debía subir a MotoGP en un equipo privado si quería continuar con su patrocinio. La situación en 250 no invitaba a quedarse en la categoría, pero Elías tenía confianza en sus posibilidades. Sin embargo dio el salto a MotoGP con Rubén Xaus como compañero de equipo. Y el piloto español realizó un nuevo cambio que resultó un salto muy grande. Nueva categoría, cambio de moto, equipo desconocido, neumáticos Michelin e infinidad de reglajes a probar con su estrenada montura.

La adaptación no fue fácil, en parte, porque la Yamaha sólo se había mostrado competitiva en manos de Valentino. Además su compañero tenía muchos problemas con la M1 lo que no permitía sacar conclusiones que le ayudaran a mejorar. Por si esto fuera poco, una inoportuna lesión en los test que realizaron tras el Gran Premio de Francia cortó su progresión. Toni venía de realizar una buena carrera en Le Mans y durante los entrenamientos posteriores estaba rodando muy cercano a los tiempos de los pilotos de cabeza. Pero la caída le obligó a perderse las siguientes carreras y a su vuelta retornó teniendo que recuperar la confianza. Cuando la temporada finalizaba Elías consiguió acoplarse de nuevo a su montura y logró un quinto puesto en Turquía. Las novedades procedentes del equipo oficial ayudaron a esta mejora. Pero Toni mostraba muchas dificultades en los comienzos de carrera, un tema que aún no ha conseguido superar. Terminó el año como mejor novato, lo que unido a su potencial le sirvió para fichar por el equipo de Fausto Gresini, con una de las cotizadas RCV.

En su paso a Honda, Alex Crivillé le acompañó como consejero. Su labor era la de darle apoyo moral al piloto y ayudarle a mejorar su pilotaje y con la puesta a punto. La pretemporada fue muy irregular alternando actuaciones muy positivas con otras flojas teniendo en cuenta el potencial de su nueva montura. Esto indicaba que no se había logrado una buena base para la temporada y que no se había seguido una línea de trabajo efectiva. En Jerez Toni logró un fabuloso cuarto puesto (remontó desde la cola del pelotón tras golpear a Valentino) pero a partir de ahí encadenó actuaciones negativas, a excepción de Turquía, y se vio superado por Melandri en todo momento. Además una nueva lesión a mitad de temporada cortó su progresión y dificultó su adaptación a la RCV.
La colaboración con Alex no fue la idónea. Toni se aferró en exceso a su manera de hacer las cosas. Esta terquedad le impidió introducir novedades positivas en su método de trabajo. De hecho Crivillé en su labor de comentarista, pese a ser poco amigo de las críticas, ha dejado entrever que se muestra poco receptivo con los que le quieren ayudar. También el ex-campeón de 500cc es una persona poco autoritaria algo que facilitaba el comportamiento anárquico de Toni. A mitad de temporada se repitieron problemas que ya habían ocurrido otras veces. Elías y su técnico Antonio Jiménez se separaron y Toni comenzó a colaborar con el de Melandri. Con el apoyo de Michelin se estrenó en MotoGP de manera brillante. Aunque su victoria en Portugal estuvo apoyada en varias circunstancias que le favorecieron. Con este éxito se esperaba una mejora, pero ésta no llegó por los problemas para calificar bien y las dificultades con el depósito lleno. Un asunto que lastra su rendimiento.

La temporada 2007 podría haber sido la de la continuidad de no ser por el cambio de cilindrada (800cc) y de marca de neumáticos .La colaboración con Crivillé cesó en una decisión aprobada por ambas partes. Elías contó desde el primer momento con la confianza de Bridgestone que trabajó duro con él para que tuviera unos neumáticos a su gusto. Este hecho pudo favorecer a Toni, pero sus peticiones contradictorias y en ocasiones extravagantes terminaron por desconcertar al fabricante japonés que decidió centrarse en otros pilotos. Su comienzo fue bueno con un cuarto puesto en Jerez como mejor Bridgestone y un magnífico segundo tras Stoner en Turquía. Pero a partir de ahí se desinfló. Y por si fuera poco se lesionó de gravedad en Assen perdiéndose varias carreras. Su vuelta, aún convaleciente, estuvo acompañada de resultados mediocres. Por enésima vez una lesión le impedía asentarse en la categoría.

De cara a 2008 Elías abandonó el equipo Gresini apostando por una montura, la Ducati, que le debería permitir dar el salto definitivo. Pero la realidad que se encontró en su salto a la moto italiana fue muy diferente a la él esperaba. La Desmosedici dista mucho de ser una moto adecuada para un piloto como Toni. Su inicio ha sido muy flojo con un séptimo puesto en Laguna Seca como lo más destacable. Por fortuna para el piloto español las novedades recibidas le han permitido mejorar su feeling con la GP8 y comenzar a ver la luz. Pero como de costumbre los pobres resultados han generado dudas sobre su continuidad en la categoría reina. Recientemente ha realizado unas declaraciones en las que dice que el mundial comienza ahora para él, pero el campeonato empezó hace cinco meses. Con la vuelta del mundial a Brno, Elías debe conseguir colocarse regularmente como la segunda Ducati y acercarse al podium. De lo contrario no lo tendrá fácil para conseguir una moto puesto que los equipos son conscientes de su irregularidad y las asperezas que surgen al trabajar con él.

Es una pena que un piloto con el potencial de Toni no haya logrado mostrar todo su talento por la falta de perspectiva al tomar decisiones muy importantes para su carrera deportiva. Muy bien dotado en la lucha cuerpo a cuerpo y con un gran ritmo a final de carrera, no ha sabido pulir los detalles (depósito de combustible lleno, neumático de clasificación) que con un buen plan de entrenamiento se podrían solventar. En un mundo tan profesional como éste donde se cuida cada detalle Elías ha dejado demasiados asuntos a la improvisación lo que ha lastrado su rendimiento. Tal vez si no se hubiera separado de quien afianzó sus primeros pasos en el mundial y le supo guiar, hoy hablaríamos de Toni como un piloto sin fisuras, mentalmente fuerte y con las ideas claras. Pero un error al decidir puede costar muy caro, y él ya lleva varios. Elías aún es un piloto joven pero de ahora en adelante los fallos saldrán más caros porque el margen de confianza que posee está cada vez más cerca de agotarse. Repasando el artículo se puede ver como Toni ha incidido varias veces en los mismos errores. Esperemos que sepa aprender de lo sucedido y que estas experiencias le ayuden a fortalecerse de forma definitiva.


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