Dominio absoluto en la era MotoGP. Desde 2002 Valentino acapara todas las victorias en Mugello. Las carreras pueden ser más o menos disputadas pero el resultado siempre es el mismo. Sus rivales son conscientes de que lo más probable es que Rossi salga de Italia con 25 puntos más en su casillero. Muchos han intentado dar un golpe psicológico venciendo al piloto de Tavullia en su casa pero ninguno lo ha conseguido. La pregunta es lógica: ¿Por qué El Doctor es imbatible en Mugello?

El trazado propiedad de Ferrari es uno de los preferidos, junto a Phillip Island, por la mayoría de los pilotos. La recta de meta supera el kilómetro de longitud y el trazado es muy exigente con las motos y con los pilotos. Es importante que el motor sea potente pero lo que marca la diferencia son las características del chasis. Mugello está plagado de chicanes (lentas y rápidas) que requieren una moto estable. Si un piloto no tiene confianza en el tren delantero ganar en este circuito se convierte en misión imposible. Otra de las características de la pista es la cantidad de subidas y bajadas que contiene. Este factor lo hace más divertido para los pilotos pero exige una puesta a punto perfecta. La zona de Arrabiata (compuesta por dos curvas) es una de las que más incidencia tiene en el tiempo por vuelta. El primer viraje es una curva de derechas bastante larga y en subida. Cuando se corona esta curva esta la entrada a Arrabiata 2, que es ciega, y que requiere mucha decisión para entrar en el momento justo. Saber utilizar bien el gas y frenar con suavidad es determinante para ser rápido en estos virajes. Las curvas en bajada son las que más exigen a los reglajes del tren delantero ya que la probabilidad de perder la rueda delantera es alta si no se tiene una buena configuración. Casanova-Savelli (la chicane que precede a Arrabiata) es la primera curva en bajada. En esta zona el circuito se ensancha lo que permite realizar adelantamientos tanto en la frenada como en el cambio de dirección. Correntaio es uno de los virajes más complicados. El desnivel es bastante pronunciado y, aunque es un punto de adelantamiento factible, muchos pilotos han sufrido caídas o salidas de pista por ser demasiado osados en sus adelantamientos. La curva de entrada a meta (Bucine) es el último viraje en bajada y es muy importante por lo lejos que se encuentra el paso por meta. En este punto suele haber variedad en cuanto a las trazadas. Todos los pilotos llegan un poco colados para, después, aproximarse al interior mientras abren gas. Sin embargo, unos se alejan más del interior que otros.

Uno de los puntos en los que Valentino marca la diferencia es en las curvas en bajada. Su magnífico tacto con el freno delantero y su sensibilidad encima de la moto le permiten comprender en todo momento donde está el límite y tener un extra a la hora de forzar. En las numerosas eses es capaz de pilotar de un modo diferente que le otorga cierta ventaja. Rossi no toca el freno en el cambio de dirección sino que reduce la apertura del gas (parcializa el gas). Al realizar el cambio de dirección sin frenar, algo que consigue gracias a su precisión (y la de su moto) en la entrada en curva, obliga a sus rivales a conseguir más velocidad en la recta que precede a cada chicane. Pero esto termina jugando en su contra porque al llegar más rápido a la siguiente curva deben frenar antes (y volver a acelerar antes para recuperar metros) o frenar tan tarde como Rossi pero intentando conseguir una trazada correcta. Su particular estilo hace que sus rivales caigan en un círculo vicioso del que es difícil salir. La suavidad del pilotaje de Valentino le permite desgastar menos los neumáticos. Otros de sus puntos fuertes es que controla varios lugares para adelantar, lo que le facilita la remontada en caso de realizar una mala salida. El único lunar que se le podría encontrar sería la última zona del circuito. En este parcial es donde, por lo general, no marca diferencias e incluso pierde algo de tiempo, perjudicado por la menor potencia-en otras temporadas- de la M1. Pero es capaz de encontrar esas décimas en otros puntos del circuito y no poner en riesgo la victoria, tal y como demostró en 2004 y 2006.

Valentino no es el único piloto que está especialmente motivado por correr en casa. Capirossi, Dovizioso y Melandri también corren frente a sus aficionados y sus circunstancias son bastante diferentes. Loris siempre da el 110% en Mugello. Suele realizar actuaciones muy meritorias en las que es capaz de poner lo que le falta a su moto para luchar por el pódium. Sin embargo este año no lo tendrá nada fácil. Suzuki ha mostrado en carrera un rendimiento muy alejado del que exhibió en pretemporada y el trazado de Mugello es poco propicio para las GSV-R. Falta velocidad punta y la moto no termina de funcionar en los virajes rápidos. Su actuación este fin de semana puede ser una buena muestra de la motivación que tiene el veterano piloto por conseguir resultados y, por tanto, de sus posibilidades de continuar una temporada más en MotoGP.

Quien no lo tendrá nada fácil es Andrea Dovizioso. El circuito de Mugello no se le da bien y aún no ha conseguido una sola victoria en él. Su situación en Honda, sin ser catastrófica, si que debería preocupar al piloto de Forlì. Para Andrea terminar por delante de Pedrosa sería un resultado magnífico que le daría confianza de cara a futuras citas donde seguramente tendrá menos problemas de adaptación al circuito. En cualquier caso, no puede bajar del quinto puesto. Por moto, calidad y experiencia solo hay cuatro pilotos que deberían superarle y, además, debe demostrar a Honda que no se han equivocado con su fichaje.

En el caso de Melandri los resultados obtenidos hasta ahora han cubierto sobradamente lo que se podría esperar, incluso siendo muy optimista. Mugello no se le da especialmente bien y en su intento de dar el do de pecho delante de su afición suele ir demasiado excitado, algo que termina jugando en su contra. Este año no tiene ninguna obligación de estar delante lo que le liberará de cierta presión. Si es capaz de meterse entre los siete primeros será una señal muy positiva y que puede incitar a Kawasaki a mejorar su moto.

Entre los pilotos que intentarán terminar con el monopolio de Rossi el mejor situado, a priori, es Jorge Lorenzo. El piloto balear tiene a su favor que la M1 es una moto que se adapta muy bien a las características del trazado. Jorge sabe que ganar en Mugello sería dar un golpe encima de la mesa que aumentaría notablemente sus opciones al título. Pero no lo tendrá fácil porque Valentino acostumbra a controlar muy bien todos los detalles y en el gran premio de casa este fenómeno se da con más fuerza aún. Rossi atacará en las primeras vueltas intentando que la presión afecte a Lorenzo y este se quede descolgado. Cuando Jorge ha tenido ritmo para ganar y ha perdido puestos en las primeras vueltas siempre ha terminado realizando carreras muy por debajo de lo esperado. Aunque pueda parecer ilógico, lo que más favorecería a Lorenzo es realizar unos malos entrenamientos y solucionar sus problemas en el warm-up. De hecho, los dos triunfos de esta temporada se han producido de forma inesperada, cuando nadie contaba con él. Si Lorenzo se ilusiona con la opción de la victoria (gracias a unos buenos entrenamientos) comenzará a pensar en la posibilidad de batir a Valentino en su casa, lo que le generaría mucha presión. Y uno de los puntos en los que debe mejorar es en manejar la presión. Será interesante ver qué circunstancias se dan en carrera y ver cómo se comporta cada uno de los integrantes del Fiat Yamaha.

Tanto Pedrosa como Stoner lo tendrán muy difícil para ganar en Mugello. Sus monturas no se adaptan tan bien como la M1 al circuito propiedad de Ferrari. Ducati persigue este triunfo desde su retorno al mundial en 2003. Ni Capirossi en estado de gracia, ni Stoner en un 2007 de dominio aplastante fueron capaces de lograrlo. El problema reside en la menor manejabilidad de la Desmosedici. En un circuito estrecho y con numerosos cambios de dirección este aspecto penaliza a las Ducati. Además, Casey nunca ha sido capaz de ganar en esta pista. Para Dani tampoco será una tarea sencilla. La Honda tiene problemas de rebotes en las frenadas lo que la hace menos precisa en la entrada de los virajes, algo decisivo en Mugello. El bacheado asfalto no hace más que incrementar este inconveniente. Además, Pedrosa está utilizando una configuración de chasis similar a la del 2008 que castiga mucho el neumático delantero y esto, en un circuito muy exigente para el compuesto delantero, es sinónimo de problemas a final de carrera. Dani necesita conseguir ventaja en las primeras vueltas con respecto a alguno de sus rivales si quiere tener opciones de sumar un nuevo pódium. En cualquier caso, es poco probable que el piloto catalán arriesgue excesivamente en esta carrera. Tratará de minimizar la pérdida de puntos y esperará a que Honda presente novedades que hagan de la RCV una moto más competitiva.

En 125 el circuito invitan a pensar que se dará una de las carreras más bonitas de la temporada. La recta de más de 1km. permite a los pilotos aprovechar el rebufo para recortar la diferencia con sus predecesores. Pero este año Julián Simón, Bradley Smith y Andrea Ianonne están marcando diferencias muy importantes con el resto y no sería extraño que lograran escaparse en pos de la victoria. Ianonne tendrá una difícil papeleta en esta carrera. Deberá correr con mucha cabeza y evitar errores tras encadenar dos caídas en carrera. Sin embargo, el aliento del público le animará a lo contrario.



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