La esperanza británica

Esta temporada se presentaba esperanzadora para los espectadores británicos. El desembarco de Toseland en MotoGP (bicampeón de SBK) y la prometedora pretemporada de Bradley Smith en su estreno con la RSA hacían presagiar un protagonismo perdido en las últimas décadas. En el caso de Scott solo cabía esperar que fuera capaz de progresar y conseguir algún resultado aislado porque no contaba con un gran material (Aprilia RS) ni estaba encuadrado en el mejor equipo. Venía de conseguir el subcampeonato en el CEV con Aprilia y previamente había formado parte de la MotoGP Academy a lomos de una Honda. Su paso por la academia le aportó muchos conocimientos: nuevos circuitos, trazadas correctas y posición sobre la moto. Aquellos que le tutelaron percibieron enseguida que se trataba de un piloto con mucho talento. En el CEV las órdenes de equipo le apartaron de conquistar el título tras una segunda mitad de campeonato prodigiosa.

En Qatar saltó la sorpresa cuando se clasificó en primera línea de parrilla sin engancharse a rueda de ningún piloto, de hecho mostró un gran ritmo a lo largo del fin de semana. Tuvo algunos problemas que le retrasaron en la salida pero fue capaz de remontar y alcanzar al grupo de cabeza. En esta tarea se permitió el lujo de marcar la vuelta rápida en su primera participación en una cita mundialista. Su actuación en el primer Gran Premio nocturno no fue fruto de la casualidad. Losail es un circuito que se adapta perfectamente a su pilotaje y Redding supo aprovecharlo porque manejó la presión de forma extraordinaria. Su paso por curva está al nivel de los mejores de la categoría, o incluso por encima, y el trazado qatarí con sus curvas largas y rápidas requiere dejar correr la moto. Fue capaz de recortar la distancia con los hombres de cabeza porque se encontraba más cómodo rodando en solitario dado que nadie le molestaba en su paso por curva. Cuando alcanzó al grupo se encontró con algunos problemas. Por un lado su moto no tenía la suficiente velocidad punta para salirse del rebufo lo que le obligaba a adelantar en otros puntos y le hacía perder posiciones al pasar por meta. Para conseguir un paso por curva muy elevado anticipaba las frenadas y soltaba antes los frenos, logrando un comportamiento más estable de la moto a la entrada de los virajes y consiguiendo mayor precisión. Sin embargo tenía problemas en los virajes lentos ya que recorría demasiados metros inclinado y no era capaz de interpretar la trazada más adecuada. Sus adelantamientos se producían al aprovechar los errores de otros pilotos pero tenía más dificultades al disputar las frenadas. En el sprint final no quiso arriesgar porque comprendió que estaba a punto de conseguir un gran resultado. No fue capaz de colocarse bien en las últimas vueltas y además la RSA de Bradl le superó en la recta de meta relingándole al quinto lugar. Su primera carrera en el mundial fue espectacular pero también había puntos en los que debería mejorar si quería volver a rodar en los primeros puestos. En pistas más reviradas tendría más problemas para cuadrar las curvas y que su excelente paso por curva no le perjudicara. Las frenadas constituían un punto de mejora obligado porque en la combatida categoría de 125 ser agresivo a la hora de meter la moto es crucial.

Aunque conocía la pista jerezana de su etapa en el CEV no pudo sumarse a la lucha por la victoria y finalizo séptimo encabezando el segundo grupo gracias a un tirón dado en las últimas vueltas. Las tres siguientes citas (Portugal, China y Francia) le mostraron la dificultad del Campeonato del Mundo ya que no consiguió sumar puntos en ninguna de ellas y tuvo sus primeras caídas en carrera. En Mugello finalizó decimocuarto con lo que su temporada se asemejaba más a lo habitual en un novato. Con la vuelta del mundial a circuitos que conocía su rendimiento mejoró y obtuvo un meritorio sexto puesto en Montmeló, pero tuvo problemas para medirse a un piloto muy agresivo como Corsi.

El mundial llegó a Gran Bretaña, al circuito de Donington, y Redding consiguió estrenarse en la categoría cuando la lógica señalaba que sería Smith el primero en conseguirlo. El viernes se coló en la primera línea de parrilla y la lluvia del sábado le permitió conservar su posición. En carrera su resultado fue fruto de su talento para ir en moto y de un sorprendente dominio del aspecto psicológico. Salió bastante bien pero en las vueltas que tardó en colocarse en segunda posición Ianonne aprovechó para abrir hueco. En su intento de alcanzar a su rival consiguió despegarse de sus perseguidores con lo que la carrera se convirtió en un duelo entre ellos dos. Scott estaba en una situación complicada ya que se encontraba ante su afición lo que le motivaba pero también podía provocarle cierta ansiedad por alcanzar a su rival y terminara cometiendo un error. Además al rodar en solitario y teniendo en mente lo que se estaba jugando no era fácil mantener la concentración pero fue capaz de controlar en todo momento la carrera y además lo hizo con mucha inteligencia. No se desesperó y fue arañando unas décimas en cada vuelta. Donington es una pista que se divide en dos partes radicalmente diferentes. La primera es muy rápida y con constantes cambios de nivel. La segunda está formada por una chicane de segunda velocidad y dos horquillas muy lentas que apenas tienen referencias externas para elegir cuando empezar a frenar. Redding era más veloz en la zona más rápida, algo lógico al ser la que mejor se adaptaba a su estilo de pilotaje, sin embargo también fue capaz de recortar la diferencia en el último parcial (la zona lenta) lo que evidenciaba notables progresos al abordar los virajes cerrados. Cuando la diferencia era cada vez menor Ianonne le servía de referencia y se aproximó con facilidad, pero en ningún momento se descentró ni se puso nervioso. Por el contrario el italiano trató de forzar el ritmo y se fue al suelo regalándole la victoria a su contrincante. Scott bajó el ritmo y se dedicó a controlar la carrera hasta la bandera cuadros. Su victoria fue la primera del equipo BQR (que ha contado con pilotos más experimentados en temporadas previas) y le permitió batir el record de precocidad en conseguir un triunfo. Además marcó la vuelta rápida de carrera y fue el primer piloto, en esta temporada, que consiguió imponerse con una Aprilia RS en condiciones de seco. Su logro sembraba dudas de hasta dónde podría llegar este año puesto que es muy inusual estrenarse en la temporada de debut. Además conseguía un éxito que parecía reservado para Bradley y hacía que las comparaciones con Efrén Vázquez (su compañero de equipo) fueran odiosas.

El equipo estaba encantando con su trayectoria y aunque eran conscientes de su potencial la victoria parecía un objetivo lejano. Este resultado les permitía tener un as en la manga a la hora de solicitar material a Aprilia y también para conseguir nuevos patrocinadores. Pero la temporada no había finalizado y Scott debía seguir progresando y aprendiendo circuitos desconocidos para él. Salió de Assen sin sumar puntos pero se resarció en Sachsenring con el octavo puesto. Tras la pausa veraniega, que le sirvió para reflexionar sobre todo lo que estaba consiguiendo, llegaron a un circuito que se adaptaba muy bien a su estilo de pilotaje: Brno. No pudo pasar de la undécima posición y finalizó el último del grupo en el que rodaba. En Misano se fue de vacío y en Motegi repitió octavo puesto. En una pista veloz como Phillip Island terminó en la décima plaza antes de otro abandono en Sepang. Tras su victoria en Donington los resultados estaban empeorando notablemente y se asemejaban más a los de cualquier debutante, pero con un comienzo de año tan espectacular se esperaba más de él en la segunda parte del campeonato. En un circuito que conocía como Valencia sumó un nuevo octavo puesto lo que le sirvió para finalizar su primera temporada en la undécima posición del campeonato con 105 puntos. Aunque la regularidad no ha sido su punto fuerte ha dado numerosas muestras de talento que invitan al optimismo.

De cara a 2009 el panorama tiene diferencias significativas. Continuara en el equipo BQR pero esta vez a lomos de una RSA y Aprilia le tiene en mente como un piloto de futuro y con potencial para conseguir el título. Además el equipo estará mucho más volcado en él y pondrá lo necesario para que pueda cumplir con los objetivos que el piloto se h marcado para la próxima temporada: terminar el mundial entre los tres primeros clasificados. El BQR Team está ante el año más ilusionante desde que se formó pero la situación se puede volver complicada. Nunca han trabajado con la RSA y ésta se ha mostrado en múltiples ocasiones como una mecánica frágil y difícil de poner a punto. Si el trabajo con la moto no es bueno Redding puede perder la paciencia y pensar en cambiar de aires y en tal caso no le faltaría pretendientes. Todo dependerá de los planes que tenga la marca de Noale para el equipo y la ayuda, principalmente técnica, que le brinde.


En los próximos días colgaré la segunda parte. Seguro que os imagináis quién es el piloto que la protagoniza.

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