Emulando a Pedrosa

Marc Márquez fue dos veces campeón de Cataluña antes de pasar al CEV de la mano de Emilio Alzamora que fue su descubridor. El ex-campeón de 125 le fichó para correr en el equipo Monlau con una KTM similar a la que Kallio utilizaba cuando competía en el octavo de litro. Su paso por el Campeonato de España no fue brillante porque se encontró con varias dificultades. La reglamentación es similar a la del Campeonato del Mundo por lo que el conjunto moto-piloto debe tener un peso de 136 kg. Comenzó su participación en el CEV sin llegar a los 40 kg de peso por lo que debía llevar un lastre de casi 20 kg. El rendimiento de la moto era bueno, pero el peso adicional que llevaba le supuso un dolor de cabeza durante todo el año y desde su equipo le animaron a comenzar una dieta para ganar peso. Tuvo muchas caídas y le resultaba difícil encontrar la puesta a punto adecuada. Consiguió su primera y única victoria en Jerez en un animado duelo con Stefan Bradl. Obtuvo la octava plaza al finalizar el campeonato por lo que los resultados no eran suficientemente meritorios como para dar el salto al mundial.

Pese a esto, Alberto Puig le ofreció una KTM dentro de su equipo del octavo de litro continuando bajo la tutela de Alzamora. En pretemporada continuó con su adaptación a la montura austriaca y con su particular dieta. Sin embargo sufrió una fractura en el brazo que le impidió debutar en las primeras citas del campeonato. Su primer Gran Premio mundialista fue Portugal pero aun no estaba completamente restablecido y no logró puntuar. En China consiguió sus primeros puntos con el duodécimo puesto pero en las dos siguientes citas se quedó en blanco. Marc continuaba con su particular dieta y buscando los mejores reglajes para su KTM. Los problemas de puesta a punto eran habituales ya que el lastre variaba las inercias de la moto y hacía que esta se abriera en exceso al abrir gas y que fuera difícil de meter en las curvas. El accidente de Rabat en Montmeló hizo que KTM le permitiera utilizar el chasis que algunos pilotos ya habían recibido. Enseguida se encontró cómodo con las nuevas piezas y le ayudaron a mejorar sus resultados y el feeling con la moto. La labor de encontrar los reglajes se volvió algo más sencilla. En el circuito de casa finalizó en décima posición rodando en tiempos más competitivos.

En Donington saltó la sorpresa cuando pudo rodar desde las primeras vueltas con los pilotos de cabeza. Supo leer la carrera en todo momento y mantenerse a rueda de Di Meglio cuando el francés forzó el ritmo. Logró destacarse y tener un final de carrera más plácido. Se mostró muy combativo y demostró un sorprendente rendimiento en las frenadas. Aunque Márquez destaca por ser un piloto que traza por el sitio, imitando el estilo de Dani Pedrosa, está muy cualificado para las apuradas de frenada. No es el mejor frenador de la categoría pero tiene un nivel más elevado de lo que es habitual en un debutante. Seguramente los consejos de Alzamora tienen mucho que ver con su brillantez en esta faceta. El ex-campeón del mundo de 125 fue uno de los mejores frenadores que ha pasado por el mundial y siempre fue un hueso duro de roer en las últimas vueltas. Ha sabido trasladar sus conocimientos su pupilo, pero sin que este apartado condicione su pilotaje ya que tiene un paso por curva más veloz que el de su descubridor. Cabe destacar que la posición que Marc adopta sobre la moto en las frenadas recuerda mucho al estilo de Emilio. Actualmente su nivel en las frenadas es bueno pero cuando gane peso y estatura podrá mejorar más. El aspecto positivo de su pilotaje es que a pesar de ser un buen frenador, deja correr la moto y sabe dar prioridad a la salida de los virajes. Ya en la carrera de Donington puso en práctica una estrategia de carrera que repetiría más adelante. Márquez intentaba mantenerse en las primeras posiciones de su grupo en lugar de quedarse en los últimos puestos estudiando a sus rivales. Lo hacía para evitar escapadas y tener controlados a sus rivales, que por su mayor velocidad punta no tendrían excesivos problemas para superarle en las rectas. Raúl Jara y Alberto Puig, que trabajaban junto a él en el equipo Repsol KTM, tuvieron mucho que ver en la elección de este planteamiento.

En Assen se fue al suelo por culpa de la lluvia cuando estaba realizando una gran remontada. La carrera se reinició a cinco vueltas, pero Márquez no pudo tomar parte en la segunda salida porque su montura quedó maltrecha. La lluvia volvió a aparecer en Sachsenring y en unas condiciones delicadas finalizó en décima posición. La primera parte de la temporada estuvo muy por encima de lo que se podía esperar teniendo en cuenta la lesión que le mantuvo apartado en los primeros Grandes Premios y los problemas derivados de su peso. En Brno sufrió una nueva caída y no pudo puntuar. Los accidentes han acompañado al benjamín de la categoría a lo largo de la temporada. En entrenamientos ha realizado el mayor número de vueltas posibles para conocer los circuitos y lo ha hecho buscando tiempos competitivos. Por fortuna sus caídas no le han hecho perder la confianza ni le han acarreado lesiones de gravedad.

Las citas de Misano e Indianápolis fueron otra muestra de su talento. En el Gran Premio de San Marino finalizó en cuarta posición, liderando un grupo con pilotos mucho más experimentados. Repitió la estrategia de Donington y trató de mantenerse en los primeros puestos del grupo para evitar sorpresas desagradables. En Indianápolis tuvo más problemas por la falta de potencia de su moto. En las rectas se veía superado con facilidad por sus rivales y tenía que recuperar en las zonas viradas. No se arrugó en el cuerpo a cuerpo y realizó varios adelantamientos espectaculares por el exterior. Cuando comenzó a lloviznar comprendió que debía pasar al ataque y consiguió adelantar a varios pilotos en pocas curvas hasta situarse en cuarta posición, pero la aparición de la bandera roja anuló los resultados de esta vuelta e hizo que descendiera al sexto puesto. En cualquier caso, su rendimiento estaba siendo espectacular y estaba dejando en evidencia a sus compañeros de marca. KTM había encontrado un piloto de futuro con el que luchar por el título. En Motegi tuvo un incidente en la primera vuelta y se fue de vacío pero en Australia volvió a luchar con el segundo grupo de cabeza. La pelea por el quinto puesto fue muy encendida y Márquez realizó dos acciones poco deportivas. Sus rivales le superaban por motor en la recta de meta sin que pudiera hacer nada. En las dos últimas vueltas decidió sacar el codo para apartar a sus contrincantes y ralentizarlos. La Dirección de carrera se percató de este incidente y le impuso una sanción que le relegó al noveno puesto. Aunque sacar los codos es una práctica relativamente habitual en 125, Marc debería alejarse de este comportamiento ya que le puede acarrear problemas con otros pilotos y nuevas sanciones. En Sepang sufrió la enésima caída en entrenamientos pero tuvo la mala fortuna de quedar enganchado a la moto y lesionarse. Aunque la lesión no fue excesivamente grave, era aconsejable ser prudente porque en caso de recaída podría repercutir en su crecimiento. Por tanto, se perdió los dos últimos Grandes Premios de la temporada y finalizó en decimotercera posición con 64 puntos en su casillero.

Los planes para la temporada 2009 pasaban por continuar en el mismo equipo y contando con el apoyo de KTM, pero la marca austriaca decidió cambiar sus planes. En 125 fabricarían menos motos para realizar un mayor desarrollo de sus monturas. De hecho pasarían a tener dos monturas gestionadas directamente por la fábrica, es decir un equipo oficial. KTM analizó el rendimiento de sus pilotos y decidió apostar por los jóvenes y evidentemente Márquez tendrá un papel protagonista. Será el piloto de referencia y el encargado de llevar el desarrollo de las monturas austriacas. Junto a él estará Cameron Beaubier, producto de la MotoGP Academy que afrontará su primera temporada en el mundial. Aunque los pilotos apenas tienen experiencia KTM estará completamente centrada en el octavo de litro y no tendrá excusas en cuanto a resultados. La moto debe funcionar y estar al nivel de las RSA. Alberto Puig alertó a Repsol de la importancia de acompañar a un joven de tanto talento en su nuevo equipo pero la situación es complicada. KTM cuenta con el respaldo de Red Bull que es un patrocinador importante y difícilmente querrá compartir su espacio en el carenado. En cualquier caso Márquez seguirá acompañado de Alzamora y la relación establecida con Jara y Puig se mantendrá aunque no compartan equipo, ya que ambos estarán encantados de tenerlo en su equipo en el futuro. La próxima temporada contará con el apoyo de una fábrica y se le exigirán más resultados, pero su entorno es bueno y le sabrá aconsejar. Así podrá continuar emulando y aprendiendo de su ídolo Pedrosa quién no ha dudado en elogiar su primera campaña en el mundial.

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