Kymco lleva varios años luchando en la primera línea de los ranking de venta del segmento del escúter en nuestro país, y eso que ha tenido que luchar contra los prejuicios y mala imagen generalizada ( muchas veces injustificada, otras no) de los vehículos llegados de las nuevas industrias pujantes del Lejano Oriente. La gente, en general, mete en el mismo saco a las marcas chinas, coreanas, taiwanesas… y es un gran error porque hay grandes diferencias entre ellas. En concreto, Kymco siempre ha hecho gala de una más que buena terminación de sus motos junto con una relación calidad precio imbatible que es, precisamente, lo que la ha ocupado esos puestos de honor en un mercado tan poblado como el nuestro.
Estamos ante un propulsor totalmente nuevo, con toda la tecnología que puede desear en un modelo de estas características . Así, nos encontramos una evolucionada inyección electrónica que consigue un funcionamiento suave y progresivo a cualquier régimen desde el mismo momento del arranque, además de unas emisiones que permiten, por supuesto, pasar holgadamente las normas Euro 3. Además, los consumos se mantienen a unos niveles dignos de un mechero, rondando los 4 l de media circulando a buen ritmo por circunvalaciones.
Aún manteniendo formas muy afiladas y ciertamente “galácticas” que son habituales en las fábricas del Lejano Oriente, aquí se han pulido y perfeccionado hasta lograr un conjunto mucho más atractivo, moderno y conseguido de lo que hemos visto hasta ahora . Pero ya no sólo es el diseño y las líneas en sí, sino la excelente terminación y remate de los componentes como puede ser los largos y efectivos faros frontales de doble óptica. Además, y esto si era una cuenta pendiente que tenía Kymco en sus scooters, tiene un excelente un hueco bajo el siento en el que caben holgadamente dos cascos integrales incluso con calota grande , como puedan ser los convertibles. Para ello han tenido que incrementar la “bóveda” directamente bajo las posaderas del conductor, lo que deja el acolchamiento algo justo.
Además, en marcha se muestra estable, fantásticamente cómoda y con una buena penetración aerodinámica . Su velocidad máxima ronda los 120 km/h, con lo cual estamos ante un modelo rápido dentro de los límites de la categoría.
Poco más que decir. Igual que la industria europea y americana se mofaba de los japoneses cuando presentaron sus primeros modelos allá por principios de los 60, después tuvieron que reconocer su error y muchas de las empresas occidentales cayeron arrasadas por el empuje de las niponas, lo mismo está pasando con las fábricas orientales y, como en este caso, taiwanesas.
Te recomendaría que no tuvieres prejuicios y que, si piensas hacerte con una 125 cc, no dudes en pasarte por tu concesionario más próximo para, al menos, comprobar lo bueno y bonito que es este último modelo de Kymco. Como tengan oportunidad de probarlo, seguro que saldrás más que convencido. Es un buen consejo. David G. Navarrete
A favor:
+ Relación calidad precio.
+ Diseño.
+ Motor.
+ Terminaciones y detalles.
En contra:
- Plataforma de los pies no plana.
- Asiento del piloto algo duro.
Fuente
Moto City
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