Al principio de esta temporada, Harley Davidson anunció entre sus novedades estrella una versión oscura y radicalizada de uno de sus modelos más emblemáticos , una Softail Springer. Tan oscura, radical y minimalista que, posiblemente, si Batman tuviera una la Harley sería sin duda una Cross Bones.
Tras muchos años en que la fábrica, quizá buscando un mayor mercado y mejorar su imagen, lanzó una horda de modelos quizá un poco apartadas de la imagen que tradicionalmente haya tenido Harley de fábrica de motos para tipos duros, rebeldes y a veces casi fuera de la ley. Por ello, en los últimos tiempos parece haber retomado esa vía de las Harley “oscuras” para usuarios que la quieren usar en solitario y buscan reforzar su imagen de inconformismo . Esta es una vía muy solicitada a los diversos preparadores y customizadores a lo largo del globo: modelos de diseño agresivo, minimalista y normalmente monoplaza para verdaderos “lobos solitarios” de la gran familia Harley.
Así, tomando como base la inconfundible saga Springer, se desarrollado un modelo con un nombre y un diseño que hasta ahora sólo era posible ver salir de alguno de los mejores talleres custom del mundo . Tuvimos la suerte de poder probarla fondo y así poder describir de cómo es la vida sintiéndote como un renegado, un verdadero pirata de la carretera.
Nuestro equipo de pruebas se protege con:
Cascos: Nitro , Givi, HJC , Shad
Cazadoras: Nitro, Motorrad, Teknic y Scott
Monos de cuero: Motorrad y Teknic
Guantes y botas: Teknic, Acerbis
Agradecimientos a MGE y las cadenas de tiendas Motorrad y Basi
Cascos: Nitro , Givi, HJC , Shad
Cazadoras: Nitro, Motorrad, Teknic y Scott
Monos de cuero: Motorrad y Teknic
Guantes y botas: Teknic, Acerbis
Agradecimientos a MGE y las cadenas de tiendas Motorrad y Basi
Todos tenemos claro que Harley ha marcado y marca las tendencias de ese mercado en auge es el custom. Hace unos años, pocos hubieran dicho esta particular forma de entender la moto para los americanos se extendería como la pólvora por todo el mundo y, con especial fuerza, en Europa. En nuestro país, usualmente amante de las deportivas, las últimas tendencias del mercado y, por qué no decirlo, las aún más recientes, restrictivas y algo dementes leyes de tráfico, también han potenciado el mercado de las únicas motos que, precisamente, dan lo mejor de sí cuanto más lento van y, por eso, pueden ser admiradas con más detalle.
En este modelo, su nombre lo dice todo: Cross Bones, cuya traducción literal vendría a ser Huesos Cruzados. Ó sea, una moto para auténticos piratas de la carretera, negra, oscura como si fuera un verdadero galeón corsario cuyo aspecto intimidatorio desde el primer golpe de vista era fundamental para intimidar al enemigo. En este caso, por supuesto, no hay enemigos, pero sí rendidos admiradores que no pueden evitar emitir un murmullo de admiración cuando la ven aparecer.
Sin duda, las Springer son los modelos más inconfundibles de todas las Harley porque, a pesar de la fuerza del diseño tradicional de la marca, todos los modelos han sido profusamente copiados con mayor o menor fortuna por fábricas de todo el mundo, especialmente orientales, excepto estas. La Springer es una familia a la que no han podido acceder y copiar por su particular horquilla delantera, cuyo diseño está registrado por Harley desde hace años. Esta es precisamente la que da nombre al modelo puesto que en lugar de ser la clásica horquilla convencional con barra y botella, en este caso dos pequeños muelles (“spring”, en inglés) colocados justo debajo del faro con un compacto amortiguador hidráulico entre ellas es el mecanismo que se encarga de absorber las irregularidades del asfalto. Su aspecto es tan retro y al mismo tiempo tan encantador, que da un aire muy, muy especial a los modelos de su familia. En este caso, lo que la hace tan especial a la Cross Bones es su decoración oscura con un diseño tipo “tatoo” (difícil de distinguir si no es de cerca) en el depósito, su asiento monoplaza y su impresionante manillar tipo “hape hanger” (en cristiano, cuelga monos). La combinación hace de que una de las motos más sobriamente impresionantes e intimidatorias de todo el mercado, y eso sin hablar del retumbar del Big Twin auténticamente americano de casi 1600 cm³.
Aquí es donde, como siempre, tenemos uno de los elementos más característicos de cualquier Harley Davidson. En este caso, como siempre en las Springer, se ha utilizado el motor más grande de la marca, que genéricamente se denomina Big Twin y en ese momento es un gigantesco V2 a 45° con doble árbol de levas, inyección electrónica y 1584 cm³ que al ser arrancado retumba con el poderío y la fuerza que te esperas en una Harley . Desde la aparición de la inyección electrónica en estos propulsores y la progresiva suavización el funcionamiento, asombra su relativa “facilidad” y “finura”… siempre hablando dentro de los parámetros de Milwaukee. La verdad es que en siguen teniendo ese toque de gran bicilíndrico americano con sus vibraciones y su tacto especial, pero que a la vez es mucho más dosificable, fiable y, en definitiva, mejor motor. Incluso los consumos no se disparan (es fácil mantenerse por debajo de los 6 l. si no abusas luchando contra la aerodinámica) y sus pistonazos característicos resuenan con fuerza, pero sin molestar . Esto se consigue gracias, entre otras cosas, a un cuidadísimo estudio del sonido emitido por sus dos escapes laterales independientes. Incorporan una válvula que permanece cerrada en las primeras marchas -donde se suele rodar por ciudad- para así mantener el sonido dentro de parámetros razonables, para después abrirse totalmente en carretera abierta para que el motor funcione más desahogadamente. Por cierto, estos motores se incorporan una sexta marcha desde hace un par de temporadas, que es indicada al insertarse en el preciso cuadro de relojes encastrado en el centro del depósito.
Con una potencia que ronda los 70 caballos reales-aunque este dato, como siempre, no es declarado oficialmente por la marca- y con el descomunal par que te puedes imaginar habida cuenta de su cilindrada, en carretera puedes rodar prácticamente en sexta todo el rato y mantener cruceros muy por encima de la legalidad. Incluso medias de unos 160 km/h serían posibles por mecánica, pero desde luego no por ergonomía puesto que la comodísima posición de conducción tiene un coeficiente de penetración aerodinámica digna de un sillón estilo Luis XV. Ó sea, posición relajada en la que parece que vas realmente sentado en una cómoda silla con los brazos elevados y el tronco totalmente erguido. A más de 130 el viento te azota los hombros y empiezan los problemas. Esa velocidad es justo la adecuada para disfrutar de las excelencias de esta Springer.
Por lo demás, recuerda que es una Softail por lo que simula tener amortiguación trasera rígida aunque, como te puedes imaginar, esto no es cierto . De la absorción de los impactos en la rueda trasera se encargan dos amortiguadores horizontales colocados debajo del motor y, por lo tanto, cuidadosamente escondidos . Su tarado, al tener un asiento tan bajo, es bastante duro y corto, pero la estética se obliga a ello. Recuerda: a veces hay que sufrir para ir “guapo”.
En cuanto a frenos, cuenta con un disco que cumple su función sin más y otro trasero que tiene un tacto suficientemente bueno para que el conjunto logre parar la Bones donde quieras, siempre y cuando no abuses de un estilo de conducción que no es el adecuado para esta moto . Como te imaginas estamos hablando de la conducción “alegre” o sport, puesto que con tanto peso y geometrías tán particulares como las de esta moto, no se permiten muchas alegrías. No obstante conviene decir que, mientras el asfalto sea bueno, la horquilla Springer sorprende porque su diseño limita mucho el “bamboleo” normal en las horquillas habituales en las custom, lo que unido a la situación bajísima de las plataformas donde apoya los pies el piloto, hace que vayas rascando con ellas el asfalto en cada curva.
Nunca podrás dejar de admirar la capacidad de renovarse a sí mismos que tienen los chicos de Harley Davidson. Con un diseño tan visto y tan veterano, siempre logran hacer algo nuevo que hace que tu piel se erice. Cuando crees que ya no se puede hacer nada nuevo en el mundo custom, en Harley te recuerdan que estás equivocado y que siempre es posible dar una nueva vuelta de tuerca. El mejor ejemplo de esto es la Cross Bones que, con los mimbres de siempre, ha logrado sacar algo nuevo impactante a años luz de lo que es capaz de presentar la competencia.
Pero, además de acero, cromo y un nombre mítico en el depósito, la Cross Bones tiene unas terminaciones de primera y un funcionamiento general que logra la mezcla perfecta entre la rudeza que toda la Harley grande ha de tener , y la relativa finura mecánica y razonable dosificabilidad en el motor y en los mandos que esperas (y exiges) de una moto del siglo XXI.
Si, tú te sientes un lobo solitario, un renegado, un Easy Rider… pero por si alguna vez cambias de idea aunque sea temporalmente porque alguna bella dama (o un apuesto chavalote, que cada vez hay más chicas harlistas) quiera disfrutar de la leyenda de Milwaukee, podrás remitirte al -como siempre- inacabable catálogo de complemento de la marca para encontrar un asiento trasero en que poder disfrutar de una ruta para dos.
Si es que el mundo Harley es inacabable, como el ancho mar. ¡Venga otro trago de ron, bucanero!
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| A favor: -Estética -Posición cómoda -Es una Harley |
| En contra: -Peso -Aerodinámica |
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| David G. de Navarrete, Autocity 7 de agosto de 2008 |
Fuente
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