Resulta cuando menos curioso que en un mercado tan poblado y a veces saturado como el actual haya un segmento en el que apenas podamos encontrar algún modelo… pero existe. Y no estamos hablando de un segmento marginal o de un nicho de mercado muy especial , sino de un segmento de transición que, al menos en nuestro país, tiene miles de clientes potenciales y que, sin embargo, está realmente desatendido. Se trata de las “dos y medio” sport.
Por eso no es de extrañar que una de las motos más esperadas y exitosas del 2008 haya sido la Kawasaki Ninja 250 . Con una estética agresiva basada en las deportivas de la marca verde, pero con una comodidad y facilidad de pilotaje envidiable, se perfila como la moto perfecta para todo aquel que quiera tener su primera moto “de verdad”.
Si quiere saber más, no te pierdas esta prueba.
Nuestro equipo de pruebas se protege con:
Cascos: Nitro , Givi, HJC y NZI
Cazadoras: Nitro, Motorrad, Teknic y Scott
Monos de cuero: Motorrad y Teknic
Guantes y botas: Teknic, Acerbis
Agradecimientos a MGE y las cadenas de tiendas Motorrad y Basi
En realidad podemos considerar que Kawasaki es toda una veterana en ese segmento de las motos sport 250. En los 90 desarrolló la ZZR que, como la actual Ninja, se basaba estéticamente en las deportivas de la época: las primeras ZX 600 y 900. Su motor bicilíndrico “twin” alimentado por carburadores era todo un portento eficacia. Estaba basado en el de la famosísima y longeva GPZ 500, que a su vez provenía de aprovechar la mitad del propulsor (en cuanto a cubicaje y número de cilindros) de la mítica GPZ 1000 RX… pero eso es otra historia.
No obstante, ese modelo se dejó de fabricar y hubo un lapso de unos pocos años hasta que a alguien dentro de la fábrica se le ocurrió la idea de retomar esa línea de modelos, pero por supuesto convenientemente actualizada. Este es el punto de partida de esta preciosa Ninja que ocupa nuestra prueba de hoy.
Su filosofía es la misma que aquella moto de los 90. Es decir, hacer una versión reducida y más asequible a todos los niveles de las Kawasaki deportivas . También comparte la configuración del motor, que es básicamente igual a aquel excelente propulsor “reducido” a la mitad de cilindrada desde el de la GPZ 500, pero con todos los avances actuales entre los que destaca especialmente una evolucionada inyección electrónica que le permite pasar cualquier tipo de norma antipolución, además de darle un comportamiento más suave, progresivo y, por supuesto, reducir el consumo.
Lo cierto es que si hay una palabra que define a este modelo es facilidad. Es fácil de pilotar, es fácil adaptarte a ella y es la moto perfecta para aprender. Primero notas que la adaptación a sus mandos es casi inmediata gracias a una ergonomía muy conseguida , tremendamente cómoda pero con un toque sport que te permite tener muy buen control en todo momento ya sea usándola en la ciudad o con un pilotaje deportivo en carretera o incluso en circuito. Recuerda que Kawasaki ha organizado una serie de carreras con este modelo, así que si te animas…
La potencia declarada, 33 CV, se mantiene justo en la frontera de la que te obliga la legislación durante los dos primeros años el carnet A que es de 34. Pueden parecer pocos si vienes de cilindradas superiores, pero lo cierto es que son de esos caballos que cunden más de lo que parece y te permiten una conducción relajada, pero si le buscas las cosquillas también puede recompensarte con muy buenos y adrenalínicos momentos en zonas reviradas siempre y cuando la mantengas alta de revoluciones para poder tener buena respuesta al acelerador. Lo que si sería claramente mejorable es la calidad de los neumáticos de serie, que se encuentran muy por debajo del nivel general de la moto, especialmente (como es de esperar) con el suelo mojado o con poco agarre.
En cuanto amortiguación, lógicamente viene con unos relajes bastante suaves tanto en la horquilla (sin regulación) como en el monoamortiguador trasero (regulable en precarga), pero lo cierto es que tampoco echa de menos mucha más rigidez. El chasis cumple de sobra, y con la progresividad del motor puedes controlar muy bien ciertos movimientos en los momentos de conducción más deportiva . A cambio, tendrás una moto realmente cómoda para el uso diario, para viajar y, muy importante, para llevar pasajero si lo deseas. Por cierto, el asiento trasero es suficientemente cómodo aunque no cuenta con asas para que el que vaya atrás pueda sujetarse. La estética deportiva tiene sus sacrificios.
Por lo demás, el manillar moderadamente elevado respecto a la tija permite llevar el tronco bastante erguido pero al tiempo controlar bien el tren delantero. El aerodinámico frontal cuenta con una cúpula que desvía el aire de forma bastante eficiente . No es una súper rutera, pero desde luego protege suficientemente sobre todo si tenemos en cuenta sus prestaciones… aunque lo cierto es que se pueden llegar a ver hasta 180 km/h con el lanzamiento suficiente, con lo cual no estamos hablando de una moto precisamente lenta.
En cuanto los consumos, el experimentado motor junto con la nueva inyección electrónica logra que apenas pase de los 5 l . Otro punto a favor para considerar esta moto como la perfecta para motoristas noveles.
Básicamente podemos considerar esta Kawasaki lo tiene todo para que el que busque su primera moto, comenzando por una estética arrasadora que convence absolutamente a todo el mundo y pasando por un motor y una parte ciclo con un comportamiento envidiable.
Si te acaba de sacar el carnet a esta buscando moto, de envidio por tener la oportunidad de estandarte con una moto tan buena, bonita y eficaz. Aprovéchalo.
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A favor: + Estética. + Comportamiento general. + Facilidad de pilotaje. + Motor. | ||
En contra: + Neumáticos de serie. + Amortiguaciones básicas. + Falta de asas para él pasajero. | ||
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David G. de Navarrete, Autocity 29 de octubre de 2008 |
Fuente
Moto City
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